Autor: Jesús Sesma
1º de Ciencias Humanas
MI BIOGRAFÍA COMO “ESCRITOR DE BROCHA GORDA”
Mi arranque como escritor fue lamentable, por decirlo cariñosamente. Comenzó con una redacción que me inundó de emoción (¡qué capacidad para las letras!)... hasta que el profesor la calificó.
Al día siguiente, mis pronósticos se estaban cumpliendo. El profesor comenzó a leer mi trabajo, aunque estuvo a punto de no terminarlo porque el paciente señor la leyó perfectamente, de un tirón, y se quedó prácticamente sin respiración, porque yo no había puesto ni un solo signo de puntuación, ni una coma.
Ahí terminó mi carrera de escritor. Solo tomaba apuntes y contestaba a los exámenes, pero nada más, ya que lo mejor que tenía era la letra. Ah, claro, y la ortografía.
Con el paso del tiempo no mejoré demasiado escribiendo aburridas notas repletas de números, pero he llegado a este curso de la experiencia (?) y la profesora, que parece un entrenador de fútbol juvenil que quiere ascender al equipo, nos está azuzando y aquí estoy, intentando despegar.
Quizás debiera asumir la idea que Oscar Wilde pone en boca de uno de sus personajes: “me gusta demasiado leerlos (los libros) para molestarme en escribirlos”, pero sigo escuchando la voz de la entrenadora hablándonos de neuronas que se libran, cables que se desenmarañan, ...
Infinitos horizontes se abren ante nuestros ojos, en nuestras mentes, impregnándolas de ilusión, optimismo y ganas de caminar.
Me imagino aquella redacción... y el esfuerzo que tuvo que hacer el profe para leer un texto sin puntos ni comas. ¿Qué gracia!
ResponderEliminarY mañana a primera hora, ¡a trabajar con la entrenadora!
Agur
Txaro Barinaga-Rementería