Autora: Ana Mª López
1º de Ciencias Humanas
EL ASCENSOR
Nada más entrar en el ascensor, se percató de que no llevaba encima su amuleto contra la claustrofobia, pero ya era tarde, aquella jaula había empezado a moverse y ella estaba allí dentro sola y aterrorizada. Primero se sentó agachó la cabeza y la puso entre sus manos, pero se ahogaba, se puso de pie y empezó a gritar y entonces... Ocurrió.
Se vio reflejada en el espejo y comprobó que no era ella sino su peor enemigo. Sus carcajadas eran realmente pavorosas.
Imagen de Flickr CC - by Santiago Rodríguez |
Imagen de Flickr - CC - by Santiago Rodríguez |
UN TREN
Los trenes eran su pasión desde pequeño, pero aquel en especial le había cautivado de tal manera, que no podía pasar por la estación sin entrar para contemplarlo pasar a la hora habitual. Aquello se convirtió en una obsesión .
Al final, un día decidió que iría en aquel tren sin importarle el destino, y de esa manera se convirtió en el mendigo fijo de aquel "su tren" y fue inmensamente feliz por el resto de sus dias, que, todo hay que decirlo, fueron pocos.
Imagen de Flickr - CC - by Ismail |
Fantasía a raudales, compañera.
ResponderEliminarAinhoa: muy bien elegidas las imágenes, encajan perfectamente en los relatos.
Os admiro.
Txaro Barinaga-Rementería