En este programa número 64 de La Alegre Corchea Libertaria, de nuestra radio libre online Alegría Libertaria ( ), hemos querido recordar a Judith Reyes, cantautora mexicana de corridos mexicanos de canción protesta, una mujer que se desempoderó para estar con la gente, con l@s nadie.
Nacida de humildes padres campesinos, Judith Reyes vio por primera vez la luz en Ciudad Madero (antes Cecilia), Tamaulipas el 22 de marzo de 1924.
Durante su infancia paso un largo tiempo sin saber nada de su padre, quien tuvo que aventurarse al extranjero en busca de mejores oportunidades para salir de la pobreza. Su madre, mientras tanto, para ganarse el sustento, lavaba, planchaba y hacia tortillas de harina para los vecinos.
Judith narra la historia de muchos acontecimientos y hace denuncia de la situación de su pueblo a través de una extensa producción musical, algunas de sus composiciones son: Canción de los niños trabajadores (1963); Corrido de Arturo Gámiz (1965); Cronología del Movimiento Estudiantil que constituye una obra de diez canciones (1968) y Canción del Gasoducto (1978).
No tenemos conocimiento de algún corrido que se haya compuesto y cantado para relatar un suceso de otro país, antes de que Judith lo hiciera. Algunas de sus composiciones de este corte son: Panamá, Cimarrón Haitiano,
Poder Negro, Canción para un niño de Vietnam y Canción dedicada a los presos políticos de Brasil, por mencionar solo algunos títulos.
Autora de los libros El corrido, presencia del juglar en la historia de México, el Cantar materialista de la historia, y La otra cara de la patria, este último de carácter autobiográfico, Judith Reyes escogió su destino hace 34 años —como ella misma decía—, cuando en el momento culminante de una carrera de compositora y cantante comercial iniciada a los 12 años de edad en una radiodifusora de Tampico, abandonó el género ranchero para consagrar su vida a las causas populares. Habrá compuesto unas 300 canciones de corte político.
La música que escucharemos tras la presentación es una selección de tres canciones del comienzo de su etapa protesta, previa a las revueltas mexicanas del 68, y posteriormente, el disco IZTACALCO (1976).
1.- Canción de los niños trabajadores (1963)
2.- Poder negro (1963)
3.- Los rebeldes (1970) IZTACALCO (1976)
4.- Iztacalco
5.- Los monicacos
6.- Canción con el motivo del viaje de Echeverria a Cuba
7.- Las razones de Lucio
8.- El gran final
9.- Brasil
10.-Los cantegriles
11.-Douglas Bravo
12.-Los tupamaros
Solicitando parcela
los años fueron pasando.
Cárdenas daba la tierra
y Alemán la iba quitando.
Inafectabilidades
que nos mandaron al cuerno.
A mí me dejó sin tierra
este bárbaro gobierno.
Cuando invadí latifundios
me echaron los federales,
y a punta de bayoneta
me vaciaron los morrales.
Luego fui caravanero
descalzo en la carretera
con cientos de compañeros
solicitantes de tierra.
Pasaron cuatro sexenios
y otros tantos presidentes,
y todavía en el Agrario
estudian los expedientes.
Soy campesino y conozco
la ley por muchas razones,
pues la política agraria
la han hecho puros bribones.
Como aquellos que en Chihuahua
valiente me conocieron,
y por pelear mi derecho
a la cárcel me metieron.
Mi madre me dijo entonces:
«Deja la Reforma Agraria».
¡Le contesté que no fuera
contrarrevolucionaria!
Traigo chamarra de cuero
y todavía uso guarache,
mi sombrero es de petate
y mi cantar es de mariachi.
Dicen que quieren matarme
y les parece sencillo.
Pues, ¡que preparen la tropa
que ayer mató a Jaramillo!
Constitución mexicana,
¡válgame tanta belleza!
Ya me cansé del gobierno
que hoy paga por mi cabeza.
Vuela, paloma ligera,
ya sabes de qué se trata.
Si he de morir, que me muera
gritando: ¡Viva Zapata!
Rebeldía rural. Versión de Judith Reyes.
¿QUIEN CANTARÁ TU HISTORIA? por Yelly Alarcón Reyes y Félix Pérez
[...]
SU PARTICIPACION EN LAS LUCHAS CAMPESINAS; PERSECUCION Y ENCARCELAMIENTO.
El 22 de mayo de 1960, 184 familias campesinas del Frente División del Norte, se lanzaron a la ocupación del barrio conocido como El triste, correspondiente al casco de la ex hacienda de Santo Domingo, Municipio Villa Ahumada, Chihuahua. Judith se solidarizó con estas familias campesinas no sólo con su canto y su denuncia. De ésto da el siguiente testimonio: “llegué con 8 toneladas de víveres recolectadas casa por casa en la ciudad de Parral (…) policías municipales y tropa me hostilizaron y trataron de apoderarse de mis cosas. Cuando al fin pude llegar al casco de la ex hacienda, un teniente trató de demorar la entrega de los víveres, pero sabiendo como pincha el hambre, insistí en hacer una entrega inmediata. Al final de la jornada mis dedos estaban adoloridos y las manos me sangraban… por manejar tantas cajas y encostalar granos amarrando los sacos con cáñamo.” En 1961 canta esa historia en el Corrido de Santo Domingo, el siguiente es un fragmento:
“Son las armas de la Patria contra de los campesinos, las mujeres, los ancianos, y como 300 niños. Linda gente de Parral linda la Ciudad de Juárez nos trajeron alimentos a pesar de los pesares. Año del sesenta y uno en la prensa se leía la repartición de tierras que López Mateos hacía. Pero sólo eran noticias lejos de las realidades porque la Reforma Agraria es demagogia en cantidades1.
Judith Reyes recorrió con su guitarra los campos y las sierras de Chihuahua y de Durango, también presentó recitales en todas las escuelas rurales del país y de sus canciones brotaba poesía y denuncia. La participación de esta aguerrida compositora en las luchas campesinas tuvo como respuesta la intimidación y persecución por parte del gobernador del estado de Chihuahua, Paredes Ginér Durán, quien en 1962 la priva de su libertad física en la cárcel de la Capital del Estado. Sin embargo esto no la detiene, su canto de lucha sigue, motivo por el cual es desterrada del estado. En 1963 se presenta en la capital del país como “corridista” y da su primer recital en esta modalidad en la Academia de San Carlos, luego en la Escuela de Agricultura de Chapingo, en el Instituto Politécnico Nacional, en algunos auditorios de la UNAM y muchas otras Universidades del interior del país. [...] SU PARTICIPACION EN EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL DEL 68 Y EL EXILIO.
Su incansable espíritu de lucha contra la injusticia y su compromiso con las causas del pueblo, hacía que estuviera presente en la mayoría de los movimientos políticos invitada por la gente que compartía su música y su decidida entrega en estos movimientos, siempre con su guitarra que pareciera un fusil disparando denuncia tras denuncia en cada una de sus canciones. En 1969, Judith Reyes estuvo secuestrada e incomunicada en las caballerizas de guardias presidenciales, donde permaneció en la más completa obscuridad bajo tortura física y psicológica. Su libertad se obtuvo después de tres semanas de desaparecida gracias a una movilización popular que exigía su presentación. Debido a las amenazas que continuaron en su contra (“o te vas o te mueres”) se vio obligada a salir del país y este exilio duro 4 años. En el libro Cantares de la memoria del folklorista René Villanueva (1994), el autor recuerda algunos episodios que compartió con ella en el movimiento estudiantil del 68. René describe: “Después de la terrible noche de Tlatelolco, presentarte ante los estudiantes semejaba a un operativo guerrillero de la más rigurosa clandestinidad para poder burlar el acoso policiaco que se padecía (…) el secuestro, otra golpiza y las amenazas contra ti y tu familia que desde el más alto nivel político recibiste, te orillaron a exiliarte. Sí Judith, los exiliados políticos no sólo son chilenos, argentinos o guatemaltecos, existen también los mexicanos y tú fuiste uno de ellos.”
Judith Reyes, ¿quién cantará tu historia? Extraído de 666ismo Crítico
"Judith puede considerarse la cronista de los guerrilleros urbanos y
rurales, y su obra musical es un testimonio vivo e indispensable de los
sesenta y de los setenta mexicanos. Mas aún, esa mujer valiente y
directa que fue Judith Reyes es prácticamente la única voz de los
perdedores de la "guerra sucia " y de los movimientos sociales
radicales. Los conciertos eran como ella. llanos y claros. Uno asistía a
informarse, a saber y a solidarizarse con Judith y con todos, teníamos
la certeza de que estábamos siendo fichados, y la sensación, siempre
optimista, del tamaño del optimismo que transmitía Judith, de que un día
se vencería."
"Judith Reyes más que hacer arte, rescató el sentido épico del corrido" "La violinista y antropóloga Liliana García cuenta en un libro la historia de la valiente tamaulipeca. Abandonó una prometedora carrera de cantautora de éxito comercial. Se metió al periodismo. Conoció la vida de los campesinos en Chihuahua. Comenzó a componer corridos que llegaron a ser cantados durante marchas y tomas de latifundios. Su periódico, Acción, era leído por aquellos campesinos chihuahuenses. Ella misma participó en marchas y tomas y se hizo amiga de importantes luchadores sociales."
"Al escuchar a Judith Reyes se siente de inmediato que de su garganta brotan las mil verdades, angustias y anhelos que el pueblo intuye, siente y le atormentan, y es en el momento de su comunicación con Judith que el pueblo puede precisarlos y se capacita para expresarse."