17 jul 2023

"La contadora de películas", de Hernán Rivera Letelier

Al inicio de verano, recibí la llamada de Mercedes @londones, quien, inasequible al desaliento, continúa con la pelea por que el cine sea parte indispensable de la Educación, nada de "ver una peli para echar el rato al final de la evaluación", sino un recurso más, un recurso valioso, tanto como herramienta de aprendizaje como fin en sí mismo.t

 

Jóvenes consultando la cartelera en Sevilla, 1978 (Fuente: ABC Sevilla)

 

El cine puede apoyar temáticas curriculares, principalmente asociadas a las Ciencias Sociales y Humanas pero no solo. Son innumerables los cortos, las películas, los documentales y otras obras artísticas audiovisuales que se enlazan con los intereses de la educación, tanto formal como no formal e informal.

Al mismo tiempo, el cine es un conocimiento humano que merece la pena trabajar y profundizar. La invasión de contenidos audiovisuales mediados por pantalla en nuestro día a día está provocando una desensibilización y una pérdida de atención que, como educadoras, al menos deberíamos tener en consideración. Es por eso que desarrollar el Plan Audiovisual de Centro puede ser clave para ayudar a detectar contenidos audiovisuales adoctrinadores, dañinos o meramente conductistas, y enseñar a disfrutar de obras complejas, artísticas, sociales, que no se limiten a dar satisfacción inmediata a la atención.

Es similar a algunas cuestiones que se trabajan en el Plan Lector y en Didáctica de la Literatura. Conocer el canon pero no limitarse a él ni obsesionarse con convertirlo en contenido a memorizar; ayudar a dar el salto del best-sellerismo a literatura compleja, incómoda, que requiere que sean las lectoras o lectores quienes construyan, comprendan en su contexto y reinterpreten lo que se lee, tanto de forma individual como compartida y colectiva.

Y qué mejor que relacionar literatura con cine como excusa para crear y compartir. Esa es una de las tantas propuestas que me llegó con esa llamada de Mercedes. "¿Qué te parece si nos leemos el libro "La contadora de libros" este verano y, así, nos inspiramos para crear, jugar con películas, con narrativas audiovisuales... antes del estreno de la película basada en él?".

 

Cine de verano (Fuente: Diario Sur)


"La contadora de películas", de Hernán Rivera Letelier (2009)

Hernán Rivera Letelier nació en Talca (Chile) el 11 de julio de 1950. Entre otras muchas distinciones, es Premio Nacional de Literatura de Chile (2022), Premio Alfaguara de Novela (2010),y  Caballero de las Artes y las Letras de Francia (2001).

Hernán Rivera Letelier (Fuente: escritores.org)
 
 
Tal y como se describe en la Wikipedia, "Aunque nació el Talca, se crio y vivió hasta la edad de 11 años en la oficina salitrera Algorta, en el norte de Chile. Allí y en las de María Elena y Pedro de Valdivia hizo sus estudios escolares.
 
Debido al cierre de Humberstone, sus padres se trasladaron con sus cinco hijos a Antofagasta, donde a las dos semanas de llegar muere su madre, víctima de la picadura de una araña de los rincones. Entonces, la familia decide volver a las salitreras: "Los hermanos menores de Hernán se fueron con las hermanas casadas de vuelta a una salitrera, pero el 'tímido rebelde o rebelde tímido' —según su propia definición— se negó a partir y decidió quedarse solo en la ciudad, viviendo en una suerte de ruca instalada en el patio de una iglesia evangélica. El padre, que trabajaba en una mina y regresaba cada 15 días, lo comprendió y dejó que buscara su rumbo".

Se ganaba la vida vendiendo diarios; le alcanzaba para comer e incluso para ir al cine: "Como en Algorta no me dejaban ir, aquí me hice un cinéfilo crónico. Los miércoles daban las rotativas: entraba a las dos de la tarde y no salía hasta la una de la mañana para ver tres veces las tres películas. Como a las seis hablaba con el portero, salía a comprar pan y mortadela y me metía de nuevo al cine".
 

Estos aspectos de su biografía son algunos de los hilos que tejen la novela, que sucede en una salitrera pampina, donde una familia pobre marcada por la ausencia de la madre ve sus días alegrados gracias al cine. Más concretamente, a falta de dinero para que toda la familia fuera al cine, una de las hermanas, María Margarita, es quien logra ser la encargada de ir al cine y contar la película a toda la familia. Lo hacía tan bien, que se convirtió en la contadora de películas de la comunidad.

Si queréis alguna reseña sobre el libro, os recomiendo leer estas dos entradas de blog:

Es una novela que se lee con gran ligereza y se acaba casi sin darte cuenta. El escritor ha acomodado su lenguaje y sus expresiones a la protagonista, la niña María Margarita, para darle, así, mayor naturalidad a esta narración en primera persona a modo autobiográfico. María Margarita nos cuenta sus penurias, sus ilusiones y alegrías, sus decepciones, miedos, frustraciones... y nos transmite su gran afición por el cine y la actuación. 

El transfondo de la novela es la dura vida en la salitrera, donde las formas vecinales de ayuda mutua suplen la escasez de dinero y otros muchos recursos. La estructura social está marcada por la empresa, y recuerda también a la de los pueblos mineros (donde también vivió Hernán Rivera Letelier en su juventud, cuando trabajó como minero).

Cuidado, es un drama, aunque contado con delicadeza y suavidad, no deja de traer situaciones y sucesos difíciles y duros.


La novela, la película y las ideas...

Aprovechando el próximo estreno de la película, dirigida por Lone Scherfig, con guion de Walter Salles y Rafa Russo, y protagonizada por Berénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl y Sara Becker (Coproducción España-Chile-Francia; A Contracorriente Films, Selenium Films, Altiro Films, Latido Films, Embankment Films), se está preparando un proyecto colaborativo que puede resultar inspirador para docentes.

Se trata de situar al alumnado en el lugar de la protagonista y que cuenten películas con ese entusiasmo que se refleja en el libro. Esto lo cuenta mejor Mercedes en el blog Educar la mirada #CineyEducación: http://educandoalfuturoespectador.blogspot.com/2023/06/primer-concurso-infantil-de-contadoras.html

No es necesario participar en un concurso para tomar la idea y trabajarla en clase. Tampoco es necesario hacer específicamente lo que se cuenta en este proyecto. Se trata de aprovechar este "libro-visagra" entre el cine y la literatura para tratar ambas artes como merecen, con centralidad y no como un complemento de relleno.

Os dejo el trailer de la película, para ir haciendo boca...

 



 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario