Podéis leer el anuncio del preestreno aquí y también las primeras críticas que publicamos en este mismo blog.
Aquí tenéis otras críticas y comentarios (con algunas modificaciones de los textos originales para no adelantaros el final de la película, evitar repeticiones...). Todos los comentarios los hemos realizado desde la perspectiva del espectador, ya que no somos expertos/as en cine. Esperamos que os resulten interesantes.
Goya Gamazo
Se muestra a través de una ventana un mundo de delincuentes procedentes de la pobreza y la marginación. Y por otro lado, a través de una grieta se vislumbra el mundo de otros delincuentes: los DELINCUENTES de guante blanco.
Es curioso cómo aproxima al espectador hacia la empatía y el aprecio del mundo del gueto, mientras le deja una total indiferencia el LADRÓN de guante blanco.
Joaquin Egaña
Esta película puede enmarcarse en el llamado cine social.
Por una parte, describe las dificultades de un joven para salir de un entorno marcado por la delicuencia organizada, teniendo para ello la inestimable ayuda del tutor del centro de acogida en el que desempeña trabajos sociales y también el deseo de formar una familia con su novia y el hijo de ambos.
En una visita organizada por el centro a una destilería para presenciar una cata de whisky descubre la oportunidad y los medios para poder obtener su bien más ansiado: un puesto de trabajo, que le permita vivir con su famila en un mundo dentro de la ley.
Para ello y con la colaboración de un grupo de compañeros del centro, trama un robo que le permitirá acceder a su sueño.
Película divertida, con una buena dosis de humor y en la que no faltará la controversia, ya que a las buenas intenciones del protagonista para encauzar su vida, se enfrentan los medios utilizados para conseguirlo, dejando dudas de que todo vale para lograr el fin pretendido.
Txaro Alonso
La Parte de los Ángeles es una película tragi-cómica. Trata sobre cuatro chicos marginados que viven en la ciudad de Glasgow y que tienen problemas con la sociedad. Un trabajador social les ayuda, les lleva de excursión a una cata de whisky de reserva, el protagonista de la película ve que puede tener futuro en este tema y comienza a desarrollar su buena nariz.
Es una película que toca temas de la realidad de las grandes ciudades en que vivimos. Es divertida y a la vez triste, pero tiene un final feliz.
Fermina Sarasola
Esta película dirigida por Ken Loach a mí me parece un drama social, actual, rodada con sentido del humor.
La acción está ambientada en la ciudad de Glasgow y trata de un grupo de jóvenes marginados que intentan recomponer sus vidas, sobre todo uno que va a ser padre, con la ayuda de un trabajador social.
Hay violencia y también camaradería, y termina con un final bastante curioso.
Está basada en un hecho real y resulta entretenida.
Mila Olazabal-Aranburu
Tanto el director (Ken Loach) como su sempiterno guionista (Paul Laberty) continúan cumpliendo la función, impecable desde el punto de vista ético, de dar voz y corporeidad en la pantalla a una franja de la población, amplia en número pero poco relevante en la toma de decisiones. La novedad mayor consiste en que en esta ocasión han incrementado, de forma notable, el sentido del humor; cosa que es de agradecer, porque muchas veces, este tipo de cine se convierte en un panfleto más o menos político, que no es, precisamente, el objetivo de un film.
Lo que más me ha gustado:
- Que ha satisfecho mi alma de Robin Hood. Todos nos alegramos cuando un grupo de desharrapados se burla y obtiene beneficio a costa de unos ricos fatuos y pretenciosos.
- Que personas golpeadas por la vida en todos los sentidos y direcciones sean capaces de sentir y dar peso a los sentimientos más nobles de la condición humana, como compañerismo, empatía, bondad, agradecimiento, sentido del humor...
- La importancia de una mano amiga que sirva de referente y apoyo en los momentos en que te encuentras en la más profunda de las simas (personaje del tutor).
Lo que menos me ha gustado:
- Ciertas incongruencias del guion. Ejemplo: el personaje de Albert que a lo largo de la mayor parte de la película es mostrado como una persona simple, que bordea la imbecilidad más absoluta, y, sin embargo, en cierto momento suelta un discurso que no lo mejora ni Sammelson.
Respecto al final, parece que el protagonista tiene las ideas sobre su futuro muy claras; otra cosa es que se mantenga tan entero a lo largo de la vida y solvente los problemas que se le avecinan.
Javier Odriozola
A mí no me gusta el whisky escocés
Esta afirmación viene a cuento de que como te comenté, querida Ainhoa, ayer estuve viendo el último melodrama de Ken Loach, esa película que ubicada en la Escocia de finales del siglo pasado, hace publicidad del mayor tesoro de los escoceses: el whisky.
Hubiera preferido que el amigo Ken hubiera llevado al cine la novela "La parte de los ángeles" de Marian Izaguirre García, que fue premio Ateneo de la ciudad de Valladolid. Si puedes, Ainhoa querida, no dejes de leer esta novela que es un bello tratado sobre el amor que pervive en el desamor.
Fuente de la imagen: Blog literario de María Arias |
Lo mejor de la película de Ken es la calidad del guion. Paul Laberty consigue con sutil ironía, convertir a unos tristes marginados de la sociedad industrial en unos simpáticos perdedores. Es genial.
El final, de cuento de hadas, permite salir con una sonrisa agridulce en los labios. Los amigos del hada madrina ganan a los amigos de la madrastra cruel y cenicienta se casa con el príncipe.
Si vas a ver la película este fin de semana, hazme un pequeño favor, escribe una pequeña crítica literaria sobre ella y mándamela antes del jueves. Una joven profesora de literatura, tan simpática como inteligente, nos ha pedido que presentemos, dentro de los cursos "aulas de la experiencia" un trabajo sobre crítica cinematográfica y de verdad, a mí que ni me gusta el whisky ni escribir, tampoco me gusta quedar el último.
Un beso querida sobrina, y no te olvides de mandarme la crítica antes del jueves.
Javier Odriozola
Maryan Larrea
El director de cine Ken Loach vuelve a la pantalla con un filme que bien podría calificarse de comedia, si no fuera por los problemas sociales que plantea desde el inicio. Jóvenes desempleados, sin formación, con un más que dudoso futuro laboral y que habitan en las zonas más deprimidas de Glasgow, donde la droga y el alcohol se pasean por sus vidas, son conducidos a cometer diversos delitos, entre los que la violencia persiste en la vida de Robbie, el principal protagonista de la película.
El sentimiento de paternidad lleva a Robbie a prometer a su hijo recién nacido que abandonará para siempre la violencia, y que jamás volverá a pegarse con nadie. Tras esta decisión, Robbie entra a formar parte de una asociación de trabajos comunitarios, donde además de encontrar a los tres personajes que posteriormente serán sus "compañeros de viaje", descubre en Henri, su tutor, la persona que desde la generosidad y la comprensión le abrirá las puertas de un nuevo mundo, aunque este se trate de la cultura del whisky. Es decir, que estos jóvenes perdedores se encuentran ante la oportunidad de dar un giro a sus vidas.
A lo largo de esta nueva andadura las historias de los cuatro jóvenes gozarán de un aparente cambio, y digo aparente, porque no estoy segura de que Loach consiga convencer al espectador de que verdaderamente vaya a cambiar el futuro de los protagonistas, aunque parezca que quiera lanzar el mensaje de que el futuro existe. Al final dudas o, por lo menos te cuestionas, la hazaña que les ha llevado a los cuatro a su momento de gloria.
Qué duda cabe que determinadas situaciones y el ingenio de los diálogos hacen que estemos ante una comedia divertida, que entre el realismo y el humor deja entrever, cómo las nuevas oportunidades en la vida permiten a las personas desarrollar el talento natural, estrechar los lazos humanos e, incluso, intentar hacer justicia entrando en el juego de los más pudientes de la sociedad.
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