*entrada publicada por @ilusocial en http://ilusionismosocial.blogspot.com.es/2015/05/rocio-la-otra-cara-de-la-romeria.html
“Aquí sí que se aprende cine” eran las irónicas palabras del joven realizador Fernando Ruiz Vergara a la salida del juicio que se celebraba en Sevilla contra él y su película Rocío en junio de 1982. Estaba en lo cierto, porque este documental excede los límites de su hora y veinte de metraje: su persecución, secuestro y censura se convierten en una suerte de película paralela aún sin final. Si en cualquier documental la experiencia se suma al hecho fílmico, mucho más en este caso, porque Rocío no puede ser vista sin la polvareda mediática y social que levantó en la España “post-golpe de estado” del 23-F y que, treinta años después, aunque olvidada, todavía perdura. La herida no se ha cerrado, la película sigue censurada y no se puede exhibir como su autor la concluyó.
Rocío disecciona minuciosamente, desde un punto de vista antropológico, político y religioso, un fenómeno, la peregrinación a la aldea del Rocío en Huelva, a la que acuden todos los años más de un millón de personas. Sus autores, el director Fernando Ruiz y la guionista y productora Ana Vila, resumían así sus intenciones en la sinopsis: “Es una romería de la Baja Andalucía, en donde viven miles de trabajadores sin tierras y generalmente sin trabajo, con todo el folclore y falsos mitos que ha creado la Andalucía oficial entremezclada con ésa y otra que estamos tratando de desenterrar día a día”. Sin duda tratar de desenterrar esa otra Andalucía fue lo verdaderamente subversivo de Rocío y lo que le granjeó su destino.
Un documental sobre: Rocío, la Otra Cara de la Romería:
Rocío es la única aportación desde la periférica Andalucía a los largometrajes documentales que emergieron en el cine español de la Transición para alimentar un discurso crítico y de recuperación de la memoria perdida durante el franquismo. Un espejismo que duró pocos años y que gracias al triunfo del “consenso”, que también afectó a la producción cultural, impidió la continuidad de una producción más que valiosa de cine documental, relegándola a su tradicional marginalidad. Rocío, víctima de un cúmulo de injusticias y despropósitos, es una prueba más de esta palpable frustración.
La historia del documental (1974-2010)
La historia de la prohibición
Documental Rocío, la Otra Cara de la Romería, integro: sin censurassss!!!
“Aquí sí que se aprende cine” eran las irónicas palabras del joven realizador Fernando Ruiz Vergara a la salida del juicio que se celebraba en Sevilla contra él y su película Rocío en junio de 1982. Estaba en lo cierto, porque este documental excede los límites de su hora y veinte de metraje: su persecución, secuestro y censura se convierten en una suerte de película paralela aún sin final. Si en cualquier documental la experiencia se suma al hecho fílmico, mucho más en este caso, porque Rocío no puede ser vista sin la polvareda mediática y social que levantó en la España “post-golpe de estado” del 23-F y que, treinta años después, aunque olvidada, todavía perdura. La herida no se ha cerrado, la película sigue censurada y no se puede exhibir como su autor la concluyó.
Rocío disecciona minuciosamente, desde un punto de vista antropológico, político y religioso, un fenómeno, la peregrinación a la aldea del Rocío en Huelva, a la que acuden todos los años más de un millón de personas. Sus autores, el director Fernando Ruiz y la guionista y productora Ana Vila, resumían así sus intenciones en la sinopsis: “Es una romería de la Baja Andalucía, en donde viven miles de trabajadores sin tierras y generalmente sin trabajo, con todo el folclore y falsos mitos que ha creado la Andalucía oficial entremezclada con ésa y otra que estamos tratando de desenterrar día a día”. Sin duda tratar de desenterrar esa otra Andalucía fue lo verdaderamente subversivo de Rocío y lo que le granjeó su destino.
Un documental sobre: Rocío, la Otra Cara de la Romería:
Rocío es la única aportación desde la periférica Andalucía a los largometrajes documentales que emergieron en el cine español de la Transición para alimentar un discurso crítico y de recuperación de la memoria perdida durante el franquismo. Un espejismo que duró pocos años y que gracias al triunfo del “consenso”, que también afectó a la producción cultural, impidió la continuidad de una producción más que valiosa de cine documental, relegándola a su tradicional marginalidad. Rocío, víctima de un cúmulo de injusticias y despropósitos, es una prueba más de esta palpable frustración.
La historia del documental (1974-2010)
La historia de la prohibición
Documental Rocío, la Otra Cara de la Romería, integro: sin censurassss!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario