9 may 2025

"Las gallinas de Cervantes", de Ramón J. Sender (1967) y película (Alfredo Castellón, 1988)

Como tenemos mucha curiosidad, siguiendo alguna miga de pan o algún grano de maíz, llegamos a la película "Las gallinas de Cervantes", una película basada en un relato del siempre genial escritor Ramón J. Sender.

Sender escribió el relato, al parecer, a modo de denuncia de lo desconocida que era una figura tan importante como la de Miguel de Cervantes, y también a modo de homenaje. Resulta que, en el documento de la dote que aportaba Doña Catalina de Salazar a la boda con Cervantes figuraban, entre otras propiedades, 29 gallinas y un gallo. Esta es la excusa de Sender para construir un relato inquietante, propio de Edgar Allan Poe un día que estuviera en una taberna de vinos con los amigotes.

Es un relato con elementos cervantinos, además del surrealismo y el misterio que va llevando a quien sigue la historia hacia delante, con la intriga de hacia dónde vamos, si es que vamos a algún lado en la narración. También tiene tintes de Valle-Inclán, en sus conversaciones y sus personajes. Esto lo comenta Ángeles Pons Laplana en su artículo "Autobiografismo en Las gallinas de Cervantes" (1995), aunque ya lo comentamos mientras veíamos la película.

 

Desposorio de Miguel de Cervantes y Doña Catalina de Palacios. Por Jajacaan - Trabajo propio, CC BY-SA 4.0

"En 12 de diciembre (1584) El Reverendo Señor Juan de Palacios tiniente desposó a los señores Miguel de Zerbantes vezino de Madrid y doña Catalina de Palacios vezina desquivias testigos Rodrigo Mexia, Diego Escribano y Francisco Marcos. El Doctor Escrivano." (extraido de Wikipedia)

En referencia al tema elegido, Sender apunta que “el caso es que las gallinas llevan ya más de tres siglos cacareando y pidiendo un cronista, como le decía yo a Américo Castro cuando él me hablaba de lo poco que se había escrito sobre la vida privada de Cervantes”. Tomado del blog de Carlos Bravo Suárez, donde puedes leer una entrada sobre este relato y su relación con el Alto Aragón.
Creo que es más interesante si no se sabe más de lo que va a pasar en la historia. Se publicó por primera vez en 1967, en México (en el exilio). Como detalla Carlos Bravo Suárez, el título del libro fue “Las gallinas de Cervantes y otras narraciones parabólicas”. En España, el cuento fue editado en solitario en 2002 por Plaza & Janés en su colección de bolsillo. También aparece, como es lógico, recogido en la Obra Completa de Ramón J. Sender (Tomo II, pp. 315- 356), publicada en 1977 por Destino.

En Ínsula Barañaria, blog de literatura de Carlos Mata Induráin, hay tres entradas recentísimas dedicadas a comentar este relato que merece la pena leer con tranquilidad:


 


La película está disponible en RTVE Play, en el archivo de RTVE (no consta hasta cuándo está disponible). Dirigida por Alfredo Castellón y emitida en 1988, fue interpretada por Miguel Rellán, Marta Fernández Muro, Josep María Pou, Francisco Merino, Tito Valverde y Pedro del Río, entre otros.

Escena de la película "Las gallinas de Cervantes"


Surrealista, inquietante, con sentido del humor, trae diversos temas que pueden comentarse, además de los relacionados con la literatura: formas de vida, el amor, cuestiones religiosas, obsesiones... Cierto es que no es una película para gente no habituada a ver cine de todo tipo, sino para quien gusta de dejarse llevar por la historia que plantea la película y sus temas subterráneos y divinos.


 

5 may 2025

Pelicula "Las gentiles" (Santi Amodeo, 2021) para trabajar diversas problemáticas juveniles #cineyeducación

El fin de semana pasado emitieron en La2 de RTVE la película "Las gentiles", dirigida por Santi Amoedo y con guion de Santi Amoedo y Rafael Cobos.

(Está disponible en RTVE Play pero creo que por poco tiempo, ya que no veo la fecha fin: https://www.rtve.es/play/videos/somos-cine/gentiles/16560477/ )

 


 

Sin ser una película espectacular, me gustaría destacar que usa un lenguaje cinematográfico y comunicativo cercano a la juventud (adolescencia y post-adolescencia), por lo que puede ayudar a tratar temas peliagudos, difíciles y tabúes con alumnado de Secundaria.

Refleja el nihilismo presente en esa etapa vital, y lo relaciona con las redes sociales y el suicidio, por lo que puede ayudar a abrir debates y a que algunas personas hablen de sus problemas de la boca de los personajes de la película.

Además, toca el tema del acoso escolar de forma tangencial. Otro tema que deja caer es el de la complejidad de la sexualidad, en una tensión entre la heterosexualidad, el lesbianismo y la bisexualidad, que también propicia algunos debates.

Tiene una perspectiva psicológica de estas problemáticas, también entiendo que porque considera que la juventud de las clases medias se enfoca en el individualismo y se aísla de lo social. Las protagonistas están centradas en su YO, aunque proponga relaciones de amistad. Más parece que componen una suma de dos yoes que compiten y se entrelazan dependiendo de sus sentires. 

 


 

Las actrices están genial, con una asombrosa naturalidad. La ambientación es también muy acertada.

Lo dicho: interesante para trabajar en Secundaria, siempre que tengamos en cuenta que se trata de una visión burguesa y que tenemos que tener sensibilidad para elegir un buen momento para verla y trabajarla con cuidado y mimo, al tratar el tema del nihilismo y del suicidio. 

Tras recorrer otros caminos, Santi Amodeo vuelve con 'Las gentiles' a esos orígenes. Filmada de nuevo en su Sevilla natal, la película nos adentra de la mano de Ana (magnética África de la Cruz) y de su fascinación por su amiga Corrales (también magnífica Paula Díaz) en ese periodo convulso y nihilista de la posadolescencia en que la fantasía del suicidio resulta más atrayente que transitar hacia la mediocridad del mundo adulto. Eulalia Iglesias en Fotogramas

4 may 2025

Estórias abensonhadas, de Mia Couto (contos) (1994)

Estórias abensonhadas é uma coleção de contos, alguns publicados no jornal Público e outros inéditos, escritos depois da guerra de Moçambique. Mia Couto traz o imaginário moçambicano.

Em todas as histórias brinca com a linguagem, recria-a, recria-se a si próprio, para contar histórias difíceis sem mergulhar no drama. Deixe o leitor criar as suas próprias imagens e ideias.

Estórias abensonhadas. Mia Couto.

 

Mia Couto nasceu e estudou na Beira, cidade capital da província de Sofala, em Moçambique. Adotou o pseudónimo de Mia Couto porque tinha uma paixão por gatos. 

Com 14 anos de idade, teve alguns poemas publicados no jornal "Notícias da Beira" e três anos depois, em 1971, mudou-se para a cidade capital de Lourenço Marques, Moçambique (agora Maputo). 

Iniciou os estudos universitários em medicina, mas abandonou esta área no princípio do terceiro ano, passando a exercer a profissão de jornalista depois do 25 de Abril de 1974. Trabalhou na Tribuna até à destruição das suas instalações em setembro de 1975, por colonos que se opunham à independência. 

Foi nomeado diretor da Agência de Informação de Moçambique (AIM) e formou ligações de correspondentes entre as províncias moçambicanas durante o tempo da guerra de libertação. A seguir trabalhou como diretor da revista Tempo até 1981 e continuou a carreira no jornal Notícias até 1985.

Em 1983, publicou o seu primeiro livro de poesia, Raiz de Orvalho. Dois anos depois, demitiu-se da posição de diretor para continuar os estudos universitários na área de biologia.



Além de considerado um dos escritores mais importantes de Moçambique, é o escritor moçambicano mais traduzido. Em muitas das suas obras, Mia Couto tenta recriar a língua portuguesa com uma influência moçambicana, utilizando o léxico de várias regiões do país e produzindo um novo modelo de narrativa africana.

 

Mia Couto

Este vídeo fala sobre o Prefácio do Livro Estórias Abensonhadas. Traz um relato também sobre a biografia de Mia Couto e a história de Moçambique: o período de Guerra Colonial e Civil.


NA ESTEIRA DO PARTO


O casal se chegou, em dupla obscuridade. Os dois pediam licença à penumbra. A mulher vinha mais dobrada que gruta na montanha. Estava grávida, quase em fim do estado. Chegados à claridade se reconheceu serem Diamantinho, o mais vizinho dos residentes, e sua redonda esposa, Tudinha Rosa, retorcida em dores e esgares. A pobre
zululuava, em completas tonturas. Diamantinho, porém, parecia alheio à mulher.
 
O casal comparecia em casa de Ananias e Maria Cascatinha, os afáveis vizinhos. As duas donas ficaram na varanda, já uma esteira se estendendo para o que desse e saísse. Maria Cascatinha sorriu, timiúda: aquela era a sua mais pessoal esteira. Não era um simples objeto de assentar. Sobre aquela esteira haviam sido concebidos, de namoro e gemidos, seus todos filhos.
 
Diamantinho foi entrando, dando-se poiso e posição, mais instalado que convidado. Sentou-se, convocou os pedidos de uma bebida, serviu-se dos confortos. Ananias, o anfitrião, ainda lhe reparou a atenção: não ia ajudar a sua derreada esposa? O outro apenas sorria, saboreando prazeres desta e de outras vidas. Ananias insistiu:
 
— Você, Diamantinho, não divide o sofrimento familiar?
 
— Tem razão, Ananias, eu só penso da minha pança para cá. Na realmente, não valho as penas. Também já sou assim desde a barriga do meu pai.

Sobre a mulher, Diamantinho nem esboçou menção. Tudinha Rosa permanecia fora, em posição de estar deitada, descontorcida. Rejeitara, contudo, a esteira. Dar parto devia ser sobre a terra, a mãe das mães. Assim é o mandamento da tradição. Maria Cascatinha se agradecia por facto de a esteira ser dispensada. E enrolou-a num cuidadoso canto. Tudinha assentava agora sobre o mundo. Mas a carícia da terra de pouco lhe aliviava. A mulher seguia em dor: os olhos já ímpares, as tripas já triplas.

Na sala, o marido servia-se da bebida oferecida, vagueando os olhos em aplicações de preguiça. E continuava a fiar conversa, sempre na mais concisa inexatidão:
 
— Me sinto ferrujado, Ananias. Não é que eu seja mais velho que você. Eu nasci foi antes...
 
Ananias se enervava com a atitude do visitante, mais displicientífico que pangolim. Bem se sabe: partos são exclusivo assunto de mulheres. Diamantinho, no entanto, parecia por de mais alheado. E tanto mais quanto, lá fora, as coisas agora se complicavam. Tudinha desprogredia de nesga em vesga. Trocava tudo, até as rezas: o padre-maria e a ave-nossa. Em aflição, Ananias propôs ações e providências. Não seria
melhor levar a grávida até à vila? O candidato a pai, sereno como rio em planície, não apresentava nenhum cuidado. Ordenou ao outro que sentasse, quieto. E estendia o copo a solicitar mais enchimentos. Tudo sem perplexidades.
 
A mulher, sua indiscutível esposa, se desdobrava em lancinantes gritos. Sobrinhas diversas se juntavam em roda, debruçadas sobre a sofrimentada mãe. O nervoso círculo das mulheres se podia ver pela janela. Até que Ananias foi chamado, em convocação de auxílio. Ananias sugeriu ao visitante que os dois acudissem mas o outro ripostou que estava a acabar uma bebida ainda mal começada. Que depois iria, já em tempo e disposição de proceder devidamente. Por enquanto, ele descascava o tempo, impassível como tronco de embondeiro.
 
Ananias rompeu a tradição, juntando-se ao parto que se demorava e às parteiras que se enervavam. Dúvidas gerais se começavam a espalhar. Todos, afinal, sabem: parto que se prolonga significa infidelidade da mulher. Para salvar a situação, a grávida deve admitir o pecado, divulgar o nome do autêntico pai da criança. Caso o contrário, então, o bebé fica retido no ventre, sem mês nem signo.

Então, no meio de gritos, suspiros e transpiros, Tudinha Rosa confessou ter trocado amores com Ananias, o próprio e presente anfitrião. Maria Cascatinha ficou em estado de nem-estar: seu marido, pai de alheio rebento? Porém, continuou seu trabalho de parteira, inalterável. Só os olhos dela se descomportavam, derramados. Sem palavra, ela findou a obra de desbarrigar a sua súbita adversária. No princípio, a confissão de Tudinha fora um simples murmúrio, não se ouvindo para além do recinto. Nos últimos esforços, porém, a grávida foi alardeando a consumada traição:
 
— Foi Ananias, foi ele!
 
Dentro, tudo se ouviu. Foi como se mundo abrisse rochas e rachas. Diamantinho, nesse repente, mudou da alvorada para o poente.
 
Saiu para a varanda com cara de marido, em ares de pareceres e pancadarias. Numa palavra: chocado e chocalhado. Descia de sujeito para fulano, de fulano para tipo. Nunca antes se vira tal metamorfase. Ele se enraivecia a ponto de lâminas e pólvoras. E gritou ameaças e impropérios: haveria Ananias de beijar os pés que ele pisasse. Entre os dois homens se procederam a estrondosas porradarias.
 
Enquanto socos e insultos se trocavam, o novo menino foi emigrando para a luz. Diamantinho e Ananias nem deram contas do nascimento. Tudinha e o recém-nascido foram levados para um interior quarto, em resguardo. Ananias, aviado de uns tantos sopapos, se recolheu no mesmo aposento da respectiva grávida. Ali ficou o tempo de muitas vidas. Na sala, Diamantinho soprou raivas, invocando feitiços e péssimos-olhados contra o dito Ananias. Depois, se derreou, infeliz como a casca sem a banana.

Maria Cascatinha, surgida de igual tristeza, veio a amparar o traído Diamantinho. Lhe assentou o braço sobre o ombro e lhe disse que lhe acompanhava, rumo a casa. Diz-se que Maria Cascatinha nunca mais voltou. Nem para buscar a sagrada esteira.

26 feb 2024

Cine, educomunicación y matriz sociocultural: análisis de películas

Como una línea transversal de nuestro grupo de investigación y formacción ISM-UPV/EHU (Seminario de Ilusionistas Sociales), nos ha surgido la oportunidad (y la necesidad) de adentrarnos en el ámbito del cine. La invitación nos llega desde la red #cineyeducacion, red con la que hemos llevado a cabo diversas iniciativas en los últimos años, y pensamos que ha llegado el momento de dar un paso adelante. Quisiéramos realizar una aportación académico-práctica, para dotar de un marco teórico-práctico a las experiencias didácticas en las que participamos.

Actualmente estamos preparando un artículo extenso y detallado sobre nuestra propuesta, de momento nos gustaría compartiros este lienzo o canvas que hemos preparado para analizar películas.

Básicamente, nos gustaría relacionar el concepto de construcción de significados, ampliamente tratado en el ámbito de la didáctica de las lenguas, con la interpretación y comprensión del cine desde una perspectiva dialéctica. Al igual que la creación cinematográfica está situada en un contexto histórico, sociocultural y psicológico, la interpretación del cine supone al espectador o espectadora mantener una posición activa y crítica. Además, esta posición no debe limitarse a una interpretación individual o personal; tal y como se conoce con respecto a la comprensión lectora, la construcción de significados es individual, grupal y colectiva, es por eso que resulta tan valioso el visionado de películas en el aula.

La persona docente, como mediadora-dinamizadora de procesos de construcción de significado, debe saber analizar la película que se verá en el aula. Normalmente, cuando llevamos una película a clase, nos fijamos en algún aspecto de la película (el tratamiento del tema, los personajes, el contexto...) y perdemos la oportunidad de analizar otros elementos. A eso se le suma que, aunque se habla mucho sobre no "espoilear" sobre el argumento, puede sucedernos algo similar si imponemos nuestra interpretación al alumnado, es decir, si dirigimos el visionado hacia algunos elementos que dificulten o impidan otras construcciones de significado.

El objeto de este canvas es analizar con detalle una película como paso previo a desarrollar una propuesta didáctica. Este análisis nos ayudará a ser más sensibles hacia la diversidad de significados que podemos ir construyendo junto con el alumnado, y para poder transcender la propia película.

En imagen, podéis ver el canvas en vacío, para completarlo con el análisis de cada película. En este documento (pdf) es donde podéis leer una descripción breve y algunas fuentes bibliográficas.

Pronto publicaremos una exposición más desarrollada.

 


 

8 feb 2024

Preestreno de "El maestro que prometió el mar" (7 de noviembre)

El 7 de noviembre de 2023 en la Facultad de Educación y Deporte de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) tuvimos la gran suerte de ser uno de los centros educativos donde se proyectó el preestreno de “El maestro que prometió el mar” ("El mestre que va prometre el mar") (Filmax, 2023). Dirigida por Patricia Font y protagonizada por Enric Auquer, Laia Costa y Luisa Gavasa, cuenta una parte de la vida del maestro Antoni Benaiges (1903-1936).

 


Benaiges formó parte del movimiento de renovación pedagógica de principios del siglo XX y era un entusiasta del "modelo Freinet". El trabajo que estaba realizando en la escuela de Bañuelos de Bureba (Burgos), donde llegó en 1934, generó un gran interés entre las maestras y maestros que querían cambiar de raíz la escuela tradicional, autoritaria y tediosa. Sin embargo, sus ideas ilusionantes y sus ganas de cambiar la educación lo pusieron en el punto de disparo de los criminales sublevados y fue fusilado el 25 de julio de 1936.

Gracias al trabajo encomiable de Sergi Bernal, hemos podido conocer su vida y su trabajo en diversos lenguajes: ensayo, fotografía, cómic, novela, teatro… y también cine. Así lo cuenta Sergi Bernal en su blog https://desenterrant.blogspot.com/p/el-maestro-benaiges.html:

“En agosto de 2010, con motivo de la exhumación de una fosa común en el paraje de La Pedraja (Burgos), un testigo hizo emerger a pie de fosa la figura del maestro asesinado en julio de 1936, diciendo: "Aquí está enterrado el maestro de mi pueblo." Cubriendo documentalmente los trabajos de exhumación había una fotógrafo catalán, al que informan del paso del testimonio diciéndole, "Dicen que en esta fosa hay un paisano tuyo, un maestro catalán." Este fotógrafo iniciará una obsesiva investigación para reconstruir la vida del maestro de Mont-roig, entrevistando a familiares, ex-alumnos y recopilando un archivo disperso en revistas de educación de los años 30, prensa y fondos archivísticos. Aquel fotógrafo era yo”.

(…)

“Para dignificarlo y difundir su historia he ayudado a realizar una exposición fotográfica llamada Desenterrando el silencio y que desde 2011 ha pasado por más de 64 salas, extraída de un extenso proyecto fotográfico, un ensayo, El maestro que prometió el mar, con la editorial Blume, un documental: El Retratista, una novela, "Els vaig prometre el mar" cuya segunda edición es de la editorial de la "Associació de mestres Rosa Sensat", en català, la novela en castellano El mar será... y un còmic, La Promesa...además también se recupera su historia con la publicación de su biografía, una película y dos obras de teatro, una llamada "El mar, la visión de unos niños que no lo han visto nunca" y otra llamada "El maestro y el mar".




Este preestreno, que enmarcamos dentro de la asignatura de Desarrollo de la Competencia Comunicativa en Educación Primaria I, de primero del grado de Educación Primaria, fue, una vez más, gracias al trabajo arduo y siempre entusiasmado de Mercedes Ruiz @londones, que prosigue con la idea de que el cine no sea un añadido auxiliar de fin de evaluación o de días de lluvia, sino que constituya parte curricular, a través de planes de desarrollo de la cultura audiovisual. Esta idea supone, entre otras mil cosas, que hay que tener abierta una conversación seria con las productoras cinematográficas, las plataformas audiovisuales, las salas de cine y los centros educativos. Podéis saber más visitando, por ejemplo, este enlace: https://educandoalfuturoespectador.blogspot.com/2023/09/el-curso-escolar-23-24-comienza-en.html

Además, tenéis a vuestra disposición el cuadernillo didáctico de la película, coordinado por Mercedes Ruiz, en el que participan Ana Isabel Sanz García, J. Blas García, Francesc Imbernón, Javier Marrero Acosta, Jesús Barrio Pérez, Pablo del Pozo Toscano, Dolores Peralias y Mercedes Ruiz, organizado por Cero en Conducta #cineyeducacióna: https://www.calameo.com/books/005421704d5321bde326a

 
Yo solo puedo agradecer que, una vez más, Mercedes me haya lanzado esa llamadita de “tengo algo superinteresante que contarte”.

Desgraciadamente, no pude ni difundir adecuadamente ni siquiera participar del preestreno, ya que unos días antes, repentinamente, se me desprendió la retina del ojo izquierdo, que se me complicó después y que me sigue teniendo en vilo, tras tras operaciones, a la espera de una (esperemos) última operación. No obstante, gracias a mis compañeras que me echaron un cable ese día, el alumnado pudo verla, comentarla en grupos y realizar un pequeño escrito de comentario de la película.

Esta película fue una excusa para que conectaran lo que están estudiando en la asignatura de Teoría e Historia de la Educación y Función Docente con un momento histórico que para ellas y ellos está muy alejado en el tiempo y que, en general, conocen muy superficialmente. De hecho, uno de los aspectos que más destacaron en sus comentarios fue que les parecía increíble que pudieran fusilar a una persona solo por lo que pensaba. También pudieron ver un ejemplo de entusiasmo docente, de lucha por unos ideales por la libertad, la alegría por aprender, el aprendizaje entre iguales, la importancia del contacto con la naturaleza... 

Me habría gustado debatir en clase, profundizar en algunos aspectos, compartiros más cosas que debatieron... qué le vamos a hacer, será en otra ocasión.

Mientras, tenemos en marcha tres proyectos de fin de grado sobre cine y educación (uno del grado de Educación Infantil y dos del grado de Primaria) y un pequeño proyecto sobre análisis de películas para alumnado de Magisterio, para que vayan más allá de un "me gusta" antes de preparar una propuesta didáctica para niños y niñas. Seguiremos contando... ;-)

17 jul 2023

"La contadora de películas", de Hernán Rivera Letelier

Al inicio de verano, recibí la llamada de Mercedes @londones, quien, inasequible al desaliento, continúa con la pelea por que el cine sea parte indispensable de la Educación, nada de "ver una peli para echar el rato al final de la evaluación", sino un recurso más, un recurso valioso, tanto como herramienta de aprendizaje como fin en sí mismo.t

 

Jóvenes consultando la cartelera en Sevilla, 1978 (Fuente: ABC Sevilla)

 

El cine puede apoyar temáticas curriculares, principalmente asociadas a las Ciencias Sociales y Humanas pero no solo. Son innumerables los cortos, las películas, los documentales y otras obras artísticas audiovisuales que se enlazan con los intereses de la educación, tanto formal como no formal e informal.

Al mismo tiempo, el cine es un conocimiento humano que merece la pena trabajar y profundizar. La invasión de contenidos audiovisuales mediados por pantalla en nuestro día a día está provocando una desensibilización y una pérdida de atención que, como educadoras, al menos deberíamos tener en consideración. Es por eso que desarrollar el Plan Audiovisual de Centro puede ser clave para ayudar a detectar contenidos audiovisuales adoctrinadores, dañinos o meramente conductistas, y enseñar a disfrutar de obras complejas, artísticas, sociales, que no se limiten a dar satisfacción inmediata a la atención.

Es similar a algunas cuestiones que se trabajan en el Plan Lector y en Didáctica de la Literatura. Conocer el canon pero no limitarse a él ni obsesionarse con convertirlo en contenido a memorizar; ayudar a dar el salto del best-sellerismo a literatura compleja, incómoda, que requiere que sean las lectoras o lectores quienes construyan, comprendan en su contexto y reinterpreten lo que se lee, tanto de forma individual como compartida y colectiva.

Y qué mejor que relacionar literatura con cine como excusa para crear y compartir. Esa es una de las tantas propuestas que me llegó con esa llamada de Mercedes. "¿Qué te parece si nos leemos el libro "La contadora de libros" este verano y, así, nos inspiramos para crear, jugar con películas, con narrativas audiovisuales... antes del estreno de la película basada en él?".

 

Cine de verano (Fuente: Diario Sur)


"La contadora de películas", de Hernán Rivera Letelier (2009)

Hernán Rivera Letelier nació en Talca (Chile) el 11 de julio de 1950. Entre otras muchas distinciones, es Premio Nacional de Literatura de Chile (2022), Premio Alfaguara de Novela (2010),y  Caballero de las Artes y las Letras de Francia (2001).

Hernán Rivera Letelier (Fuente: escritores.org)
 
 
Tal y como se describe en la Wikipedia, "Aunque nació el Talca, se crio y vivió hasta la edad de 11 años en la oficina salitrera Algorta, en el norte de Chile. Allí y en las de María Elena y Pedro de Valdivia hizo sus estudios escolares.
 
Debido al cierre de Humberstone, sus padres se trasladaron con sus cinco hijos a Antofagasta, donde a las dos semanas de llegar muere su madre, víctima de la picadura de una araña de los rincones. Entonces, la familia decide volver a las salitreras: "Los hermanos menores de Hernán se fueron con las hermanas casadas de vuelta a una salitrera, pero el 'tímido rebelde o rebelde tímido' —según su propia definición— se negó a partir y decidió quedarse solo en la ciudad, viviendo en una suerte de ruca instalada en el patio de una iglesia evangélica. El padre, que trabajaba en una mina y regresaba cada 15 días, lo comprendió y dejó que buscara su rumbo".

Se ganaba la vida vendiendo diarios; le alcanzaba para comer e incluso para ir al cine: "Como en Algorta no me dejaban ir, aquí me hice un cinéfilo crónico. Los miércoles daban las rotativas: entraba a las dos de la tarde y no salía hasta la una de la mañana para ver tres veces las tres películas. Como a las seis hablaba con el portero, salía a comprar pan y mortadela y me metía de nuevo al cine".
 

Estos aspectos de su biografía son algunos de los hilos que tejen la novela, que sucede en una salitrera pampina, donde una familia pobre marcada por la ausencia de la madre ve sus días alegrados gracias al cine. Más concretamente, a falta de dinero para que toda la familia fuera al cine, una de las hermanas, María Margarita, es quien logra ser la encargada de ir al cine y contar la película a toda la familia. Lo hacía tan bien, que se convirtió en la contadora de películas de la comunidad.

Si queréis alguna reseña sobre el libro, os recomiendo leer estas dos entradas de blog:

Es una novela que se lee con gran ligereza y se acaba casi sin darte cuenta. El escritor ha acomodado su lenguaje y sus expresiones a la protagonista, la niña María Margarita, para darle, así, mayor naturalidad a esta narración en primera persona a modo autobiográfico. María Margarita nos cuenta sus penurias, sus ilusiones y alegrías, sus decepciones, miedos, frustraciones... y nos transmite su gran afición por el cine y la actuación. 

El transfondo de la novela es la dura vida en la salitrera, donde las formas vecinales de ayuda mutua suplen la escasez de dinero y otros muchos recursos. La estructura social está marcada por la empresa, y recuerda también a la de los pueblos mineros (donde también vivió Hernán Rivera Letelier en su juventud, cuando trabajó como minero).

Cuidado, es un drama, aunque contado con delicadeza y suavidad, no deja de traer situaciones y sucesos difíciles y duros.


La novela, la película y las ideas...

Aprovechando el próximo estreno de la película, dirigida por Lone Scherfig, con guion de Walter Salles y Rafa Russo, y protagonizada por Berénice Bejo, Antonio de la Torre, Daniel Brühl y Sara Becker (Coproducción España-Chile-Francia; A Contracorriente Films, Selenium Films, Altiro Films, Latido Films, Embankment Films), se está preparando un proyecto colaborativo que puede resultar inspirador para docentes.

Se trata de situar al alumnado en el lugar de la protagonista y que cuenten películas con ese entusiasmo que se refleja en el libro. Esto lo cuenta mejor Mercedes en el blog Educar la mirada #CineyEducación: http://educandoalfuturoespectador.blogspot.com/2023/06/primer-concurso-infantil-de-contadoras.html

No es necesario participar en un concurso para tomar la idea y trabajarla en clase. Tampoco es necesario hacer específicamente lo que se cuenta en este proyecto. Se trata de aprovechar este "libro-visagra" entre el cine y la literatura para tratar ambas artes como merecen, con centralidad y no como un complemento de relleno.

Os dejo el trailer de la película, para ir haciendo boca...

 



 

 



Lo fugitivo permanece, 20 cuentos mexicanos seleccionados y presentados por Carlos Monsiváis


Una maravilla. Un disfrute que difícilmente suele darse con los relatos o cuentos, un género muy difícil de la literatura, aunque sea algo tan sencillo en las culturas populares. 

Las novelas tienen tiempo de ir construyéndose, retomando algún fragmento que no sea tan acertado, de ir remontando la historia, desarrollando los personajes, armando la trama... El cuento, en cambio, lo tiene que dar todo desde el principio, y eso en bien difícil.

Los cuentos populares tienen la peculiaridad de que son situacionales y relacionales, así, sea la historia o el estilo mejor o peor, al generar empatías e identificaciones según el lugar o con quién se esté, lo gustoso es compartir ese tiempo y ese espacio, estar juntas, sentirnos. Ciertamente, primero la didactización del cuento con la Ilustración y las fábulas (aunque esta idea didactizadora venía de antes, de la Grecia clásica o anterior seguramente), ese afán de "educar a la gente ignorante", y después la Escuela, con su insistencia en que los cuentos deben construirse con presentación-nudo-desenlace, nos está haciendo olvidar que las narraciones populares no tienen porqué tener una línea o un desarrollo, sino que van sucediendo cosas como en la vida cotidiana, de forma alógica, al estar abierta a la complejidad (lo imperfecto, lo incompleto, lo incierto, lo inacabado, lo recursivo...).

Cuentos de Brujas, de Nicolás Alpériz. Tomada en el Museo de Bellas Artes de Sevilla

 

Carlos Monsiváis

Carlos Monsiváis Aceves (Ciudad de México, 4 de mayo de 1938-Ciudad de México, 19 de junio de 2010) fue un escritor y periodista mexicano. Está considerado como uno de los grandes autores contemporáneos en lengua española, además de haber sido una figura relevante del mundo cultural de su país.

Se le considera el padre de la crónica moderna mexicana, habiendo estado interesado durante su carrera en temas diversos como el cine, la cultura popular y los movimientos políticos alternativos, pero también se interesó —y he de ahí que se diga de él que posee "un doble registro"— en la alta política y en la cultura de la élite.

Sus posiciones políticas y su perspectiva crítica lo llevaron, desde el inicio de su carrera periodística, a dar cuenta de todos aquellos fenómenos literarios, sociales y culturales que implicaban un desacato al autoritarismo, al orden establecido y al conservadurismo. De ahí su interés en el movimiento estudiantil de 1968, los ídolos populares (El Santo, Cantinflas), el movimiento feminista, las figuras contestatarias de izquierda y los personajes o acontecimientos que en algún sentido implicaban un avance de las ideas progresistas y un rechazo a toda posición autoritaria. Promovió los derechos de las minorías sociales, la educación pública y la lectura. Apoyó abiertamente la lucha por la diversidad sexual y los derechos de los animales. Fue un firme partidario de la despenalización del aborto y luchó en contra de la tauromaquia, lo que le generó muchos detractores en los sectores conservadores.

Su estilo es principalmente crítico, utilizando la ironía y el humor ácido para, por un lado, poner en evidencia a la realidad y, por otro, divertirse a costa de ella. 

 

Carlos Monsiváis
Carlos Monsiváis (Fuente: Gaceta UNAM)

Fuentes:

https://es.wikipedia.org/wiki/Carlos_Monsiv%C3%A1is

https://www.lecturalia.com/autor/1225/carlos-monsivais

https://www.gaceta.unam.mx/una-decada-sin-carlos-monsivais/
 

El libro: "Lo fugitivo permanece". 20 cuentos mexicanos. Selección y presentación de Carlos Monsiváis

Estos son los cuentos que componen la selección:

El cuento en México 1934-1984 / Carlos Monsiváis
La llovizna / Juan de la Cabada
Dios en la tierra / José Revueltas
La muerte tiene permiso / Edmundo Valadés
El prodigioso miligramo / Juan José Arreola
Anacleto Morones / Juan Rulfo
La culpa es de los tlaxcaltecas / Elena Garro
La oveja negra ; El concierto / Augusto Monterroso
Ingredientes de arte / Ricardo Garibay
Conversaciones con Bloomsbury / Jorge Ibargüengoitia
Las dos Elenas / Carlos Fuentes
Tajimara / Juan García Ponce
La hora inmóvil / Juan Vicente Melo
Semejante a los dioses / Sergio Pitol
El limbo / Elena Poniatowska
Vientooo / Eraclio Zepeda
Tenga para que se entretenga / José Emilio Pacheco
Luto / José Agustín
Mañana lloraré / Hector Aguilar Camín
Lenin en el futbol / Guillermo Samperio
El verano y sus mosquitos / Juan Villoro.


 

La llovizna

Juan de la Cabada

Desde hace algún tiempo, desde que me enriquecí con la dichosa guerra mundial y me casé y vinieron los hijos, no puedo ya contar un cuento. Antes solía contarlos bien. ¡Ay, entonces era libre! Ahora, en cambio: ¡los hijos! ¡Miedo me da que cunda el mal ejemplo! ¿Por qué no acierto a decidirme? Quizá porque los negocios me acostumbraron a los testimonios del señor cura, del notario, de un juez o de cualquier otra persona. "Ahí está don fulano que lo diga ".

Empero, solo, sin testigos, venía yo una de estas noches de niebla y menuda llovizna, corriendo sobre la oscura carretera.

Sí: al timón de mi automóvil, fijos los ojos en los haces de luz que derramaban los fanales del vehículo, traía yo prisa y una rabia contenida, cierto temor inexplicable y muy malos pensamientos, al ver que las luces opacas de unas linternas, como de gentes que con sus manos las moviesen a todo lo ancho del camino, me obstruían el paso.

Ni pitos ni sirenas, ni voces que detonaran el hecho de que acabase de ocurrir un accidente desgraciado. " No será que tratan de asaltarme ?¿ Y quién dice que sean solamente ésos? Habrán de tener cómplices, ocultos a lado y lado. Entonces, entonces....si no paro y los atropello, me disparan los otros por la espalda. Pero, ¡qué demontre !, si aquí traigo cargado mi revolver. ¿ A qué; pues, miedo y tales aflicciones ? Alguna vez tengo que usarlo "-- pensé; apronté el arma, y paré el auto.

--¡ Qué hay! -dije brusco y en voz alta. 

Los de las linternas se acercaron.

Me parecieron cuatro infelices indios, de esos que uno enseguida reconoce como el prototipo de nuestros albañiles, mitad obreros industriales y mitad hombres de campo. A la luz de mis reflectores vi los ocho guaraches de sus pies, mientras se aproximaban. El resto de sus indumentarias eran overoles azules, sombreros de petate y un paliacate colorado al cuello.

--¿Qué hubo?- volví a gritarles.

Entretanto llegaban, con sus linternas en alto, me aguardé la pistola debajo de pretina del pantalón, y para ganar facilidad de movimiento a la hora aviada, desabroché los tres botones inferiores de mi chaleco, prevenido, por si acaso.

--¿ Qué hubo ?- volví  a gritarles cuando los tuve cerca y pude verles las caras. 

Uno de ellos, el de mayor edad, ya vejancón, usaba grandes bigotes caídos; dos aparentaban unos treinta años, y el último, el más joven, menos de veinte.

--Patrón--dijo el viejo, tenemos de precisión que dir a México, porque debemos dentrar tempranito, mañana lunes, al trabajo.

¿Acaso me olvidé?. ¿No dije al comienzo que aquella moche de marzo, cuando regresaba de repone las fuerzas con mi paseo de fin de semana, era la de un domingo? Creo que sí, ¿o no?

A las palabras del viejo, ardido yo por el miedo que me habían hecho pasar y animado de un puntilloso, muy lógico, deseo de venganza, modulé ciertos ruiditos de chistante desdén al par que meneaba en igual manera de significación negativa la cabeza.

 --Se nos hizo tarde, jefe--agregó uno de los indios. Era bueno tomarse tiempo de pensar, a la vez que atormentarlos un poco, y así, yo ni aceptaba ni decidía negarme de palabra.
--Por favor, patrón, como ya no pasan camiones... y como usted lleva nuestro mismo rumbo.

Intervino el más joven:

--Solo semos albañiles...-y sonrió, inocente, o malicioso en alusión velada.

Observé su vista socarrona en su rostro demasiado perspicaz, y tan claro fue para mí lo que insinuaba, que negarme sería como demostrar señales de aquel miedo y rebajarme. ¡ Y esto no !

--¡ Acomódense ustedes tres en el asiento de atrás !-dispuse-. Tú, viejo, ven adelante conmigo.

Al punto apagaron las linternas, y a la carrera cumplieron mis órdenes. No cesaba la llovizna.

Libré del freno mi automóvil, aceleré y seguí la marcha. Los de atrás, sólo dijeron unas cuatro frases que recuerdo bien:

--¿ Cómo estará Usebita?
--Pos ya ves.
--Tan bonita.
--Tan luciditos sus siete años.

Y en adelante se pertrecharon en un mutismo empecinado. Nada de una risa, ni la menor muestra de expansión, de franqueza propia de habitantes de otras tierras, sino el mutismo ese que impone zozobras, desconfianzas, sospechas o doblega, deprime, aplasta el ánimo. Además la oscuridad al filo de continuos precipicios...las circunstancias...esa tenaz llovizna fúnebre y hasta las linternas, cuya visión, con sus opacas luces agitándose en la bruma, estaba todavía en mi retina...

De lejos, ya el aliento del viejo despedía tufos de un alcohol tan malo que sentí, ahora de cerca, al volver la cara y hablarme, un asco insoportable."Indio borracho".

--Esta agüita no entrará ni siquiera cuatro dedos dentro de la tierra, ¿verdad, patrón?
--¡Ujú!.-respondí, conteniendo el resuello.

Tras breve silencio, insistió:

-- Ni dos dedos, ni dos dedos, ¿ no cree, patrón?

"Indio borracho "- pensé de nuevo y no le contesté.

¿No cree, patrón?
--Sí, claro--dije. Había que armarse de paciencia.

Otro intervalo, y lo mismo:

-Ni tantito así, ¿eh patroncito?

Y luego, a cada rato:

--Pos ni tantito, ni tantito puede ser...¿verdad, siñor?

Corría el coche a toda su marcha y volví a sentir miedo. ¡ Esas cosas del instinto! Ya se sabe lo que son los indios con su lenguaje de retruécanos , y con la misma cantaleta ¿qué querría decir éste, o dar a entender a los otros, que continuaban clavados, fijos en su mutismo empecinado?.

¡Si fuesen, de veras, inofensivas piedras...pero son seres humanos!

Por cierto que aún lloviznaba y la carretera estaba desierta, dentro de un negror frío de neblina espesa.
Mis temores venían a ráfagas; mas lograba disiparlos el pensamiento en la seguridad de mi revólver.

--Ni dos dedos, ¿eh jefe?
--¡Ajá!
--Ni uno...
--¡Ujú!

Y persistía:

--Ni siquiera uno. Ni siquiera un dedo, ni tanto así....
--Claro.
--Porque esta agüita sólo la manda Dios para refrescar las siembritas...
--Naturalmente.
--Para refrescar las siembritas y no para que entre mucho en la tierra...¿verdad?
--Verdad.
--¿Verdad?¿Verdad que sí, patrón?.

De pronto el motor del automóvil empezó a mostrar síntomas de haberse calentado con exceso. En cuanto llegamos al primer pueblo, paré y dije a los hombres lo que pasaba. El viejo se ofreció a ir a una tienda próxima para traer una cubeta de agua. Y entonces, mientras una luz fuerte destacaba su lejana figura frente al marco de la tienda, el más joven de los tres que se quedaron, acercó su rostro a mis espaldas y dijo desde atrás:

--¡Patrón!

Volví la cabeza.

--Es mi padre, patrón.

Se detuvo como hace todo indio para tomar resuello, y otro dijo:

--El padre está bebido.

El más joven continuó:

--Perdone, pos dice todo porque venimos de nuestro pueblo adonde juimos a enterrar a mi hermanita...La mera verdá, patrón, que semos albañiles.

Yo no pedía ninguna explicación; pero el tercero añadió aún:

--No quiere que l´almita se moje allí abajo, dentro, el cuerpecito.

Continuaron la oscuridad, el misterio y la llovizna, la llovizna, el misterio y la oscuridad en el camino...

¿Dije que tenía yo dos hijos: una niña y un niño? Pues la niña enfermó. Y ahora, duro como soy de corazón, así que ha muerto ella, me pongo blando a veces en el auto. Llueve y recuerdo tal soplo:

--¿Cómo estará Usebita?
--Pos ya ves.
--Tan bonita.
--Tan luciditos sus siete años.