27 dic 2011

Proyecto "Comunicación de la buena práctica 2.0"

Siguiendo la solicitud del Instituto de Tecnologías Educativas del Ministerio de Educación, el grupo de 1º de Ciencias Humanas preparamos la estrategia de comunicación de la buena práctica 2.0 en la que participamos actualmente y que llevaron a cabo los estudiantes de Aulas de Experiencia de 3º durante los cursos 2009-2010 y 2010-2011.

A la Red de Buenas Prácticas 2.0 le interesaba saber de qué forma se tratan las tecnologías en Aulas de Experiencia (del Campus de Gipuzkoa), y como en esta asignatura de Lengua I trabajamos géneros y comunicación, organizamos una Comisión de Comunicación Externa para aprovechar la propuesta como excusa para dar más sentido a lo que estamos trabajando en la asignatura.



Diseñamos en grupo las diferentes tareas y los objetivos del artículo a presentar al ITE, siguiendo los criterios generales que habíamos trabajado sobre coherencia y cohesión:




Así, creamos las siguientes actividades posibles para informar con más detalle sobre la experiencia:
  • Tertulia sobre TIC entre personas con una visión positiva de las TIC, una visión crítica (fuera positiva o negativa) y personas reticentes al uso de TIC, para ofrecer una imagen equilibrada y no solo positiva.
  • Entrevistas a diferentes estudiantes de 1º y 4º
  • Artículo que incluyera algún resultado y también la visión de los/as estudiantes
  • Encuesta breve en formato electrónico
  • Presentación de diapositivas
  • Rueda de prensa
Después de revisar las diferencias entre sí, sus particularidades y algunos ejemplos, optamos por hacer únicamente la tertulia, debido a la falta de tiempo antes de la semana de fiesta del 5 al 9 de diciembre y las vacaciones de Navidad. Organizamos el proyecto en semana y media y el día 1 de diciembre nos reunimos algunos/as estudiantes de 4º (que fueron quienes participaron en los proyectos del año pasado de este blog) con el grupo de 1º.

Desde aquí quiero agradecer el trabajo de Marta Sarasa que, desde la administración de Aulas de Experiencia, me ayudó todo lo que pudo para contactar con el grupo de 4º en un plazo tan corto de tiempo.


Decidimos dividir la clase en dos tramos:
  • el tramo que íbamos a grabar en vídeo, donde hablaríamos de nuestras actitudes hacia las TIC y sus pros y contras,
  • y una segunda parte "off the record", que no fuera grabada, para aprovechar la presencia de estudiantes que van a graduarse este curso e intercambiar impresiones.
Claro, lo que más nos gustó fue lo que no grabamos ;-) Fue muy agradable hablar de las diferentes motivaciones, experiencias e impresiones y nos gustaría que hubiera más espacios de encuentro entre estudiantes de diferentes cursos en un entorno semi-estructurado para poder facilitar la interacción.

Esto es lo que grabamos, que esperamos que os guste. Muchísimas gracias a quienes colaborasteis en tan poco tiempo y tan bien, expresando vuestras visiones con claridad y de forma pública:





Este es el enlace para descargarse el vídeo o integrarlo en otros blogs o redes:
http://ehutb.ehu.es/es/serial/724.html#1822

26 dic 2011

Un día en la vida de... Ramon Kanpandegi (cap. 1)

Autor: Ramon Kanpandegi
1º curso de Ciencias Humanas

Me parece haber oido al patrón llamar a mi padre, pero me doy media vuelta y aguanto en la cama. Se está bien aquí dentro. El agradable calor me envuelve como si fuera una burbuja que me aísla del frío exterior. Por algo estamos en invierno y más concretamente, en enero. Morfeo me llama a sus dominios y estoy a punto de volver a dormirme, cuando me llama mi padre. Esta vez no hay lugar a duda. Hora de levantarse. Son las cinco de la madrugada de cualquier día de la semana.

Pienso en el patrón, ellos se levantan media hora antes y se reúnen en la Benta. Allí, comentan el tiempo: el viento que hace, la mar de fondo que se aprecia por la intensidad de la resaca, y sobre todo los partes meteorológicos que se recogen desde distintos observatorios: Igueldo, Arcachon, Cap Ferrer,... así como, la hoja meteorológica que la comandancia de marina nos deja todos los días sujeta con una piedra en el hueco de la fachada de la Cofradía. Cuando los patrones se ponen de acuerdo y suponen, tanto por las previsiones como por el estado del tiempo en este instante, que podremos aprovechar el día, se separan y se desparraman rápidamente por las calles para llamar a sus correspondientes tripulaciones. La llamada se hace directamente, a viva voz, desde la calle, dirigiéndose a la ventana del cuarto donde sabe que duerme el tripulante. Los que viven en algún barrio más alejado, o en algún caserío, lo tienen peor, pues quedan citados ya de víspera, y estos sí que, haga el tiempo que haga, tienen que estar a la hora en la Benta.

Nosotros tenemos la suerte, aunque, la verdad, no es lo normal, de que los días de arribada, el patrón no nos llama y continuamos calientes, entre sábanas, hasta la hora normal de levantarse. Sentado ya en la cama  - no conviene permanecer en ella porque te vuelves a dormir- me pongo las pilas. Me visto rápidamente, paso por el baño, después por la cocina a tomar el café con leche que el padre ya ha calentado y bajo al portal donde tenemos la bici. Agarro la mía y salgo a la calle. El suelo está mojado, pero no llueve. Siento el fresco viento del nordeste, le llamamos viento francés, frío y racheado, malo, como no podía ser de otra forma algo que nos viniera de Francia. ¡¡¡Estos gabachos!!!

Bidasoa-Txingudi 17

Monto en la bici. Me imagino la dura ruta que tendremos hacia el caladero. Viento de proa, que sin ser demasiado fuerte, tiene la suficiente intensidad como para formar un oleaje que nos hará navegar saltando incesantemente en un continuo cabecear. Trago saliva. Alcanzo la panadería tres calles mas allá, y al entrar, la luz y el ajetreo interior desentona con la soledad y oscuridad que inunda la calle. Media docena de panaderos, con sus ropas, manos y cejas blancas se afanan en lo que para ellos es el final de la jornada. Compro dos panes todavía calientes y regreso a casa sin detenerme. Quizás veo y saludo a algún compañero, o un amigo de  otra embarcación, que como yo, se mueven rápidos, casi furtivos, hacia sus respectivos puntos de encuentro. La ciudad sigue dormida, en silencio, pero los pescadores, nosotros ya estamos en marcha. De vuelta en casa, me están esperando. Reparto el pan, lo meto en las cestas y el padre con mi hermano mayor bajan a por las bicis para irse ya hacia el puerto de Refugio.

El motorista, el patrón y otros tres tripulantes se adelantan al resto para arrancar el motor y arrimar el barco al muelle donde nos esperan. Yo también bajo las escaleras de casa y aguardo al carro que no tarda en llegar. El carro tiene dos varas y dos ruedas de neumático. Es bastante ligero. Por ser el más joven me toca coger las varas. El resto de los tripulantes se colocan alrededor del carro, en los laterales y en la parte de atrás, se supone que para empujar, pero a estas horas en su lugar, más de uno, adormilado, se deja llevar por el carro. Es difícil saber quién empuja y quién no. A veces el paso cansino, se hace más lento,  hasta que alguno suelta un gruñido: "Venga, que no llegamos". Entonces aceleramos. Como autómatas, en silencio.  Muy distinto a lo que suele ser la vuelta. En el carro llevamos nuestras respectivas cestas con la comida para el día, la carnada, algún trasto y las cajas vacías cuyo número nos indica la pesca que tuvimos ayer: diez cajas de merluza y cinco de besugo. Ya me conformaría si a la vuelta trajéramos el mismo número, pero llenas. Tenemos por delante media hora de caminata. Todos conocemos lo de: "Joan aguro edo geldi/honek izena dik ordu erdi" (Vayamos deprisa  o despacio, este recorrido se llama media hora).

Pasamos por la playa y me acuerdo del partido que jugamos el día de arribada de la semana pasada. Empezamos a jugar a las tres y media de la tarde y terminamos de mala manera porque ya no veiamos el balón. Resultado: ganamos cuatro a tres, o empatamos a cinco goles. No sé, me confundo con el de la semana anterior, ya no me acuerdo. Los partidos suelen ser a cara de perro, eso sí. Los normales suelen durar más de dos horas, pero si nos jugamos una peseta, de todas todas, se nos hace de noche.


Ola

Estamos pasando por los pozos, quedan diez minutos para llegar. Esta carretera no la hicieron pegada al acantilado, sino que, aquí tiraron en línea recta, de manera que se separa de las rocas unos ciento cincuenta metros. A la derecha, la playa y el mar, a la izquierda unos grandes pozos. Unidos ambos por unos grandes tubos colocados por debajo de la carretera. Las aguas del pozo más estancas, se hielan en invierno y aparecen flotando un montón de peces panza arriba muertos. Con una caña cogemos los que podemos. Descartamos entrar en el agua. Hace demasiado frio. Ya estamos llegando al puerto donde la imagen es poco habitual. La treintena de barcos ya no están anclados ordenadamente en fila, quietos, costado contra costado, al contrario, han echado las cadenas y sueltos se mueven lenta y desordenadamente, buscando cada uno, su lugar de atraque más próximo. Me dirijo hacia donde está el nuestro y embarcamos los trastos. Según la marea el embarque puede ser peligroso para el más veterano. Le ayudamos. Llevo el carro a lugar seguro y saltamos a bordo. Lentamente, siguiendo cada uno su turno, en fila, los barcos vamos saliendo de la bocana. Mientras, nos instalamos, arranchamos las cosas hasta que cestas, baldes, ganchos, cajas y todo lo que hay en cubierta queda bien sujeto y amarrado. Al doblar el dique norte, todavía a media velocidad, el patrón desde el puente, reza la salve a viva voz, todos nos descubrimos y le acompañamos,  en voz baja. Tras santiguarnos, nos calamos las boinas.

Bidasoa-Txingudi 19

El barco acelera poco a poco,  proa al caladero, con el viento y las olas de barlovento, de proa. Empezamos a cabecear saltando suavemente al principio, hasta llegar a un cabeceo brusco que nos obliga a movernos, con cuidado, agarrados a todo lo que podamos echar mano. La tripulación ha desaparecido de cubierta, ya están en sus literas. Sólo quedan el patrón y el mecánico en sus respectivos puestos. Atrás queda la bahía de Txingudi totalmente iluminada desde Higer hasta las Gemelas. Hendaia, Irún y Hondarribia compartimos la bahía, un espacio claramente definido. Sin límites, sin frontera. Como una sola ciudad. A babor, se ve perfectamente San Juan de Luz y también a la derecha pero más al nordeste vemos las luces de Biarritz con su potente faro de dos destellos cada diez segundos. Aquí por toda la costa hay miles de luces, hasta el monte Larun tiene sus dos luces rojas. Aquí situarse es fácil.  Pero mar adentro, esto es, a tres horas de ruta, no se ve ninguna luz. En las noches cubiertas, todo el mar en sus trescientos sesenta grados está negro, no hay ningún punto de referencia. Estamos solos. Gracias a su gran alcance, mayor aún que el de Machichaco, la primera luz que nos señala tierra, es el faro de Biarritz. Ahora sabemos donde estamos. Ya no estamos solos.  Acaba de salir Venus, magnífico, su brillante luz fija destaca inconfundible, nos anuncia el alba e inspira serenidad. A medida que nos alejamos de la costa, las luces urbanas languidecen, mientras la bóveda celeste le arrebata el protagonismo y un mar enorme de estrellas tintinean cada vez con mayor intensidad, ¡grandioso!. Inspiro fuerte y sin querer me acuerdo de Trueba y su:

El que no sepa rezar
que vaya por esos mares
y verá qué pronto aprende
sin enseñárselo nadie.

Yo también bajo al catre, tenemos hora y media hasta que amanezca y hay que aprovechar.

19 dic 2011

Pinceladas - Mª Antonia Mugica

Autora: Mª Antonia Mugica
1º curso de Ciencias Humanas


PINCELADAS

Me llamo María Antonia y buscando en lo que ahora llamamos "disco duro" de mis recuerdo,s revivo una escena que para algunos/as será conocida.

SITUEMONOS: AÑO 50

Una CLASE (ahora la llamaríamos aula)

20 niñas todas de la misma edad, con sus batas blancas y pendientes de una profesora (una monja toda de marrón) que con las gafas en caballete parecía  querer sacarnos en lugar de meternos nuestro poco saber.

Sentadas ante un pupitre con un pequeño tintero de porcelana, un cuaderno rayado o en blanco con una farsilla debajo, una pluma con mango de madera y una plumilla de hierro, latón y hasta de cristal, esperábamos las palabras:  SEÑORITAS: DICTADO.

Manos a la obra, atentas, muy atentas a no cometer ninguna falta de ortografía, era quizás no tan complicado pues a nuestros 7 - 8 años  ya debíamos  hacerlo, habíamos dejado el lápiz porque éramos mayores y ya escribíamos con TINTA.

Durante más de media hora no se oía nada más que el ruido del metal raspando el papel, y cuando pasado el tiempo y a la frase de SEÑORITAS, déjenlo todo creíamos haber terminado llegando al final, y el labio ya no se mordía, entonces, entonces un pequeño empujón de tu compañera y ¡horror! la plumilla  parecía que lo hacía a propósito y caía un lamparón negro como una cucaracha.

Para qué deciros nada más, nuestra cara era el reflejo de todo: miedo, pena, tristeza... pero sobre todo  miedo ante la cara de la MONJA.

Fuente de la imagen: http://www.turismo-briviesca.com/

Llegaba el final  del curso y en nuestro boletín de notas aparecía un aprobado, notable o sobresaliente en GRAMÁTICA y ORTOGRAFÍA.

Pero éramos duras y al día siguiente volvíamos a intentarlo otra vez ante la palabra DICTADO y salía bien.


Un pequeño triunfo en nuestro mundo de folios, farsillas , plumillas , tinteros  y una MONJA con las gafas en caballete, por cierto como yo las llevo ahora,  ANTE MI ORDENADOR haciendo también un trabajo de LENGUA.

30 nov 2011

La letra con sangre entra... La escritura y Charo Barinaga-Rementeria

Autora: Charo Barinaga-Rementeria
1º curso de Ciencias Humanas


LA LETRA CON SANGRE ENTRA
…pero con dulzura y amor se enseña mejor (revisión actualizada del refrán)


Ya a principios del siglo XVII, en El Quijote, aparece el refrán “la letra con sangre entra”, señalando las dificultades y esfuerzos que son necesarios para aprender: "menester será que el buen Sancho haga alguna disciplina de abrojos, o de las de canelones, que se dejen sentir, porque la letra con sangre entra" (El Quijote, capítulo XXXVI, 2ª parte).

Y la señorita Gloria aplicó el refrán en la escuela de Ondarroa donde yo aprendí a escribir, a principios de los años 50. Tenía yo poco más de siete años.

Imaginad lo difícil que puede ser corregir un texto escrito a lápiz si no se tiene una goma de borrar. Y más complicado aún enderezar unas palabras que se van inclinando, “cayendo” en el cuaderno sin conseguir mantenerlas dentro de la línea prevista.  Yo intentaba escribir recto, sin salirme de la raya, pero ¡era superior a mí!, las palabras se iban torciendo y como no tenía borrador, intentaba deshacer lo escrito con la yema de los dedos, con un resultado nefasto: borrones de color gris oscuro sobre los cuales reescribía sin mucha fortuna.

La señorita Gloria (pequeña, más bien esmirriada, mandona y con voz chillona) me llamó para que le enseñara mi cuaderno.  Creo que tragué saliva y me acerqué a su mesa muerta de miedo. Cuando vio mi trabajo soltó un grito y me arreó un bofetón en la cara que no he podido olvidar nunca.

Este es el primer recuerdo de mi paso por la escuela.  Menos mal que mis padres tuvieron la idea de venir a vivir a Donostia y aquí las cosas cambiaron. Ahora no es más que una anécdota que disfruto contando a mi nieta y sus compañeros del parque cuando surge la ocasión. Porque, afortunadamente para los niños, alguien debió revisar el viejo refrán para añadirle “…pero con dulzura y amor se enseña mejor”.

¡Que en gloria esté la tal Señorita Gloria!


Txarito de pequeña

28 nov 2011

La escritura y... Rotter

Autor o autora: Rotter
1º curso de Ciencias Humanas


En mi ya lejana infancia, época en que los estímulos externos a la imaginación eran más bien escasos, la  lectura me supuso una ventana abierta  a un mundo en el que podía soñar sin más límites que mi propia fantasía.

Childhood Dream@SL5B

Pasado el tiempo, en alguna  ocasión, sentí la necesidad de reflejar mis propias fantasías, mis propias ilusiones, de recrearme  en mis propias quimeras. Ello me llevó a incipientes intentos, a experimentos dispersos, a conatos naufragados sin remedio en el mar de mi inconstancia.

Pero quedó para siempre en mi interior la sensación de libertad, el horizonte sin límites que proporciona la palabra escrita. Sin corsés de ningún tipo. La palabra por la palabra, más allá de su acepción escueta, de su ortografía incluso. Sugerente a veces por su sonido, por su ubicación o por su transgresión.
Hubo otro momento en mi vida. Este ya en la  juventud plena. En mi interior bullían infinidad de emociones, entusiasmo, incluso congojas. Necesitaba expresar  mis experiencias vitales, mis inquietudes sociales, mis aspiraciones…

Y además… llegó el amor.

En esas “me encontraba una noche contemplando las estrellas” (parafraseo al gaucho Martín Fierro), cuando comencé a hilar palabras, lentamente al principio, a borbotones más tarde, incontenibles después.

Allí frente a mí, roja en la penumbra, mi máquina de escribir permanecía expectante, con la mirada cómplice de quien se sabe compañera inseparable…

23 nov 2011

Ilusiones hundidas

Pseudónimo: Igueldo
1º curso de Ciencias Humanas

Como cada martes, cuatro amigos se reunían en el Café Central de su pueblo y acudían con su refinada puntualidad, ya que ansiaban dicho encuentro y el compromiso que habían adquirido desde hace 6 años, de presentar cada uno de ellos, ante sus amigos, una noticia o sucedido que les había  impresionado o sorprendido.

Aurelio estaba deseando que llegase su turno ya que su noticia, creía él, les iba a sorprender.

Al empezar a hablar les dijo que en realidad quería comentar una “experiencia" que iba a vivir con su mujer y 2 matrimonios amigos. Se había enterado del primer vuelo entre París y Copenhagen y quería ser de los primeros pasajeros en realizarlo y que tenía todo organizado, siendo la fecha del vuelo el 8 de febrero de 1949.

El revuelo organizado por sus amigos fue tremendo, ya que le hicieron muchas preguntas seguidas: "¿No tienes miedo a volar, a que os pase algo?", "Tenéis 4 hijos todavía jóvenes", si había sopesado el riesgo de su aventura… Él les tranquilizó diciendo “lo normal es que no pase nada malo”.

Llegó el deseado día, y Aurelio con su mujer y sus amigos se subieron al avión  y a las 16:10 horas despegó dicho avión con 27 pasajeros y 4 tripulantes.

Sobre las 19 horas informan al piloto que en el aeropuerto de Copenhagen hay mucha niebla que impide la visibilidad de la pista de aterrizaje y que la alternativa que tiene es dirigirse al aeropuerto de Gotemburgo.

Súbitamente el avión empieza a descender de los 1000 pies a 700, desde la central le advierten que debe reconducir el avión a la línea 1 de la pista de aterrizaje y que ellos le dirigirán el aterrizaje. El veterano  piloto intenta aterrizar, pero no puede hacerse con el control del avión, que desciende rápidamente y caen al mar.

Pasado un mes encontraron el avión, y a la mujer de Aurelio y a él lo encontraron a los tres meses.


Este es mi homenaje a mis abuelos que no he podido conocer y a los que he echado en falta en mi niñez y en momentos importantes de mi vida.

La escritura y... Ana Mari López

Autora: Ana Mari López
1º curso de Ciencias Humanas

LA ESCRITURA Y YO

La escritura y yo siempre hemos sido cómplices y amigas. Lo mismo me ha servido de placer como de medicina. Me explico: generalmente en la adolescencia, escribir poemas de amor es uno de los placeres más deliciosos que existen. Ahí, en ese punto nací yo como escritora de brocha gorda.

Más adelante, paradojas de la vida, mi noviazgo fue en su mayor parte epistolar. Cada día nos escribíamos una carta.

Como medicina, empecé empleando la escritura en mi "diario secreto", donde anotaba todas mis cuitas juveniles.

Si hablara la máquina de escribir de Ana María... ¡cuántas vivencias!

En plena madurez, utilicé la escritura como desahogo ante situaciones duras de la vida. En alguna ocasión, cuando me encontraba en un pozo  profundo y oscuro, mi medicina era cada mañana escribir mis sentimientos más recónditos y así vaciarme en el papel. Después lo leía y lo rompía en mil pedazos. Esto me ayudaba muchísimo.

Ahora con mi edad, utilizo la escritura para dejar constancia de mi paso por este mundo; entre los míos ¡por supuesto! A mi marido le he preparado un manuscrito por si me voy antes que él. "Un legado de amor" lo he titulado.
A mis nietas, les he hecho un librito de cuentos personalizado a cada una de ellas, para que no me olviden demasiado pronto cuando yo desaparezca.

Nota de edición: El original está escrito en la máquina de escribir de la fotografía, lo que le da un encanto especial en estos tiempos informatizados. Esta es la imagen del texto (haz clic en ella para ver en mayor tamaño).

17 nov 2011

La escritura y... Angel Abalde

Autor: Angel Abalde Calparsoro
1º curso de Ciencias Humanas

¿ESCRITOR O JUNTALETRAS?

Suele afirmarse, con dudosa razón, que una biografía es una especie de striptis personal a través del cual el autor va descubriendo sus secretos íntimos, mientras las lectoras o lectores de la misma disfrutan de lo contemplado, siempre que ello merezca la pena.

Esta reseña o biografía no puede llegar a ser un espectáculo de semejante altura. Todo lo más se parecerá a la metáfora de la cebolla,  puesto que a modo de capas superpuestas que iré desgajando se descubrirán las peculiaridades de mi trayectoria como escritor o, insisto, como juntaletras. Epíteto que empleo porque se ajusta más a la calidad que atesoro en este menester, y porque probablemente esa metafórica cebolla conduzca a llorar a quien lea esto. En algunas ocasiones, las más, de pena. Y en otras ocasiones, las menos, de risa.

Onion Macro

De ninguna forma debe entenderse que sea corta mi producción como juntaletras. Más bien al contrario, los folios usados para oficio del que hablo han sido, seguramente, varios miles. Y pocos de ellos han sido usados a la manera que refleja la manida imagen del escritor que, repetida y constantemente, va haciendo pelotas con el folio en el que no consigue plasmar ideas coherentes, y que, por ende, en pocas ocasiones consigue depositar en la papelera al uso.

Esta es la primera capa. La que determina el género o los géneros a los que he dedicado tamaña producción de papel: panfletos propagandísticos o de agitación, valoraciones de huelgas, manifestaciones y actos de índole político; ponencias de congresos sindicales; propuestas reivindicativas o tesis sobre elementos sociales, sindicales y políticos; boletines de formación sindical u organizativa. Incluso he sido coautor de un libro, y he colaborado en varias revistas de cierta entidad, tales como HIKA, VIENTO SUR, PÁGINA ABIERTA…., amén de publicar diversos artículos en periódicos locales.

Como se ve, producción ideológica hasta las “cartolas”. O lo que es lo mismo, literatura poco presta para la imaginación, el humor o la ironía.

La segunda capa tiene que ver con ese papel extraño que en los círculos literarios se denomina como “negro”. Que designa a quienes realizan una determinada obra pero es firmada y presentada como elaborada por otra persona bien distinta. Eludiré dar nombres para evitar polémicas estériles o querellas desagradables.

Y, en este terreno, lo confieso, he estado en ambos lados de la moneda. En ocasiones he facilitado esquemas, incluso textos acabados, para que fueran utilizados por otras personas. Pero en otras muchas me he servido, asimismo, de esquemas o textos que han sido escritos para que yo figurara como autor. Evidentemente estaba de acuerdo con lo que me facilitaban, pues la dignidad es una cosa seria.

Pero desgajemos otra capa de la cebolla.

Las nuevas tecnologías no casan bien con mi forma de escribir. Y al mencionar nuevas tecnologías me remonto incluso a los momentos de esplendor de las viejas máquinas de escribir, tipo LEXICOM 80, que tantas veces he aporreado.

Lexicom 80 de D. José Luis Cuerda

Jamás he sido capaz de escribir una línea seguida de forma directa en una máquina de escribir o en un ordenador. Indefectiblemente, y por muchas hojas que ocupe el escrito, primero lo tengo que hacer usando lo que considero uno de los inventos de mayor impacto: el bolígrafo.

En fin, una peculiar faceta y un doble trabajo. Escribir a mano y transcribir a máquina u ordenador. Pero, eso sí, con una ventaja: que según transcribo, corrijo errores, mejoro las frases, e incluso modifico alguna idea que salta a la vista como poco convincente o confusa. También erróneas, todo hay que decirlo.

No por casualidad, este texto ha seguido el mismo procedimiento.

Otra capa de cebolla, quizás la definitiva, tiene relación con mi formación académica. Más estrictamente con mis conocimientos gramaticales.

Estos conocimientos, francamente escasos, los recibí en Los Angeles, colegio ubicado en la Parte Vieja donostiarra, en el que el rasgo peculiar que lo definía, y del que estaban muy satisfechos, era que te preparaban primorosamente para empezar la vida laboral como “botones” de un Banco o una Caja de Ahorros.

Agradecido como soy, cumplí con el estereotipo y allá por el 61, con 15 años, inicié mi poco estimulante carrera como bancario.

Como bien nos ha enseñado nuestra profesora actual, a esa edad no resulta fácil que las reglas gramaticales se fijen adecuadamente en el cerebro (¿o es al contrario?). Y no soy una excepción. Por tanto, si he llegado hasta aquí, solo puede achacarse a que me he tragado otros tantos miles, y más, de folios escritos por quienes saben usar la cabeza, las normas gramaticales y ortográficas, así como las nuevas tecnologías.

Qué buena es la literatura. Cuánto enseña a mucha gente. A mí me ha enseñado a juntar letras y darles un cierto sentido. Y lo agradezco. Lo agradezco tanto que, falto de actitud modesta, virtud que sirve poco a los que son modestos en aptitudes, me siento satisfecho con lo escrito hasta ahora y me atrevo. Generalmente, a ponerme puntilloso con lo que escriben los demás.

En fin, escribidme lo que queráis. Seguiré aprendiendo hasta convertirme en escritor.

9 nov 2011

La escritura y... Mirentxu Campos


Autora: Mirentxu Campos
1º curso de Ciencias Humanas

BUSCANDO UN TESORO


    Érase una vez una niña delgaducha, tímida y llorona. Maider. Vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas que parecían sus centinelas y un caudaloso río lo atravesaba, cual serpiente, para terminar en el mar Cantábrico, bravo y rugiente unas veces, apacible y sereno otras.

    Aprendió muy pronto a leer, y su imaginación volaba rauda y veloz. Más tarde se puso a escribir. Primero con lápiz, después, su padre, que era un hombre culto y que escribía muy bien, le puso un bolígrafo en sus manos. ¡Qué emoción! Y jugaban a componer frases con distintas palabras… “Un suave, dulce, delicado, fino, agradable aire soplaba de Norte a Sur... Así se le abrió la puerta de los sinónimos y, de los paseos, el gusto por la descripción.

    Llegó al colegio y comenzó a escribir redacciones, redacciones llenas de aventuras, de emociones, de tragedias, de sentimientos… que siempre acababan con una máxima vital. Era la mano de su padre que con esa “pluma estilográfica” les daba el toque final. ¡Cómo le llamaba la atención a esta niña la pluma de su padre! - ¡Aita, yo quiero esa pluma! – le decía – Un día será para ti – le contestaba. - Primero tienes que encontrar el tesoro.

    Participaba en todos los concursos y ganó unos cuantos, lo que le proporcionó seguridad.

    Al llegar a la Universidad, su padre le regaló la pluma, aunque todavía no había encontrado el tesoro ¡Qué felicidad!, pero la pluma quedó prisionera en su caja marrón.



    Hasta que, un día comenzó a agitarse, a hablar. -¿Dónde están tus sueños, tus aventuras de antaño? - ¿Has encontrado el tesoro?

    De pronto se vio mirando hacia un grueso libro, y una magia le invadió. El libro se titulaba “Los piratas”. Así que cogió, otra vez, la pluma y comenzó la aventura en el mar.

    Desde pequeña había oído que, antaño, arribaban al puerto de su pueblo, que era de pescadores, los piratas, de ahí el nombre de “gitanos” (gitanos de mar) a sus habitantes. Venían desde las Antillas y pasaban unos cuantos días, meses, años…algunos se quedaban…

    Esta vez, Maider se enroló en uno de los barcos pensando que los piratas le ayudarían a encontrar el tesoro.

    Atravesaron el mar; unas veces, entre feroces olas y ráfagas estrepitosas de viento que zarandeaban el barco a punto de zozobrar, y otras, con un sol radiante en un cielo azul turquesa cual diamante. Mirabas a babor, mirabas a estribor, ibas a proa, o, a popa y veías peces por doquier.

    Por fin, después de unos cuantos meses navegando llegaron al final del viaje, las Antillas, una pequeña isla, en las islas Vírgenes, de nombre Marina.

    Los piratas atracaron el barco y saltaron todos a tierra, ella también, que llegó a ser una más de la tripulación. Y comenzó la búsqueda del tesoro. Llegaron a una cueva situada en un acantilado de afiladas rocas donde revoloteaban infinidad de pájaros. Entramos en la oquedad y dimos con un baúl; el pirata jefe la abrió y había un pergamino que con grandes letras decía:

“Tu tesoro está en tu corazón y en tu mente, en el mundo maravilloso que tu pluma sabe plasmar, aprovecha este tesoro que es intransferible”.

    Salió Maider y se le llenaron los ojos de lágrimas. La pluma era su tesoro. Una suave, dulce, delicada, fina, agradable… brisa, invadió todo su cuerpo.

    Y como “la vida es sueño” seguirá nadando por un haz de blanca luz de luna, galopando sobre los caballos del viento, sobre montañas plateadas y escuchará llantos de los árboles condenados a morir…

    Y como “la vida es sueño” soñará que un día la pluma de su padre le ayudará” a escribir un cuento.

5 nov 2011

La escritura y... Antxon Vega

Autor: Antxon Vega
1º curso de Ciencias Humanas


Breve biografía como escritor de “brocha gorda”

Para mí, hablar de escritura es recordar mi infancia y remontarme a finales  de la década de los años 50; y, como no, a la figura de aquel gran profesor, entonces se decía maestro, y mejor persona que era D. Eugenio Goya Goya.

Por supuesto, eran otros tiempos, pero D. Eugenio le daba la misma importancia a la caligrafía y la ortografía que al francés, la geografía, el dibujo, las matemáticas o la historia por ejemplo.

Así, de aquellas aulas, entonces llamadas clases, de la calle Narrica, nº 33, 1º de nuestra querida Donostia, salimos con una formación gramatical sólida, y como todas las cosas que se aprenden bien a esa edad, han perdurado en el tiempo.

Recuerdo con nostalgia y con mucho agrado, aquellos vetustos pupitres de madera, los tinteros de porcelana  con aquella tinta que manchaba nuestros dedos, y que por cierto la hacíamos también nosotros, los cuadernos pautados para la caligrafía, los de calco y las láminas que usábamos para copiar los distintos tipos de letras.

Bocetos

Después de mucho trabajo y constancia, llegamos a dominar varios tipos de escritura,  “caligrafía inglesa”, “redondilla” y “gótica”, para las cuales empleábamos los diversos tipos de plumillas, que muy probablemente hoy sean ya objetos de museo.

Por supuesto teníamos totalmente prohibido escribir con aquellas “modernidades”, como eran los bolígrafos, y también con las plumas estilográficas, no tan modernas, pero casi inaccesibles para nuestros limitados recursos.

Las redacciones sobre el tema propuesto por el maestro eran continuas, y teníamos que insertar entre el texto, un dibujo que coloreábamos por cierto bastante bien con acuarelas.  Calificaba, independientemente, la correcta redacción, la caligrafía y el dibujo.

Resumiendo, mi pequeña historia como “escritor de brocha gorda” la recuerdo con mucha nostalgia y cariño y todavía hoy a mi provecta edad, me siento agradecido a aquellas personas que en unos tiempos difíciles y de escasez de medios, nos enseñaron entre otras muchas cosas, a amar la escritura.

3 nov 2011

Comenzamos el curso 2011/2012 con novedades

Poco a poco vamos arrancando el curso 2011/2012 en Aulas de Experiencia del Campus de Gipuzkoa, ¡menudo mes de octubre más festivo!

La principal novedad este curso es que ya no estoy en la asignatura de Literatura III sino que me dedico a la Lengua de Primero, una asignatura que disfruto y me encanta, aunque es más técnica que la Literatura.

Publicaremos algunas cosillas en este blog sobre incoherencias, errores y géneros, la parte más creativa de la asignatura, pero también me gustaría hacer una propuesta a quienes seguís este blog, no importa que ya os hayáis graduado ni de dónde seáis:

LA ESCRITURA Y YO
Mi biografía como escritor/a de brocha gorda

Se trata de contar vuestra pequeña historia sobre qué recuerdos tenéis en relación a la escritura, porque, aunque no seáis escritores/as profesionales ni literatos/as, habéis escrito mucho a lo largo de vuestra vida.

writing in the journal

Como siempre, podéis contar mentirijillas, publicar en anónimo, adjuntar fotografías de vuestras máquinas de escribir, plumas, lápices... todo lo que se os ocurra. Los lectores y lectoras de este blog somos curiosos y queremos detalles.

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Quienes tengáis ya cuenta en este blog, podéis publicar cuando queráis, o si no, enviadme un correo electrónico con vuestra propuesta a ainhoa.ezeiza@gmail.com

Yo publicaré mi minibiografía la semana que viene. ¡Espero la tuya!

Bienvenidos y bienvenidas de nuevo.

14 ago 2011

Medio pan y un libro

Miguel Aldanondo ha tenido el gusto de compartir este mensaje con nosotros/as, que me ha parecido muy oportuno publicar en este blog.

Es el discurso de Federico García Lorca al inaugurar la Biblioteca de Fuentevaqueros en Granada.


Locución de Federico García Lorca al Pueblo de Fuente de Vaqueros (Granada). Septiembre 1931.

Imagen de bibliotecaderus.wordpress.com

"Cuando alguien va al teatro, a un concierto o a una fiesta de cualquier índole que sea, si la fiesta es de su agrado, recuerda inmediatamente y lamenta que las personas que él quiere no se encuentren allí. ‘Lo que le gustaría esto a mi hermana, a mi padre’, piensa, y no goza ya del espectáculo sino a través de una leve melancolía. Ésta es la melancolía que yo siento, no por la gente de mi casa, que sería pequeño y ruin, sino por todas las criaturas que por falta de medios y por desgracia suya no gozan del supremo bien de la belleza que es vida y es bondad y es serenidad y es pasión.



Por eso no tengo nunca un libro, porque regalo cuantos compro, que son infinitos, y por eso estoy aquí honrado y contento de inaugurar esta biblioteca del pueblo, la primera seguramente en toda la provincia de Granada. 


No sólo de pan vive el hombre. Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalido en la calle no pediría un pan; sino que pediría medio pan y un libro. Y yo ataco desde aquí violentamente a los que solamente hablan de reivindicaciones económicas sin nombrar jamás las reivindicaciones culturales que es lo que los pueblos piden a gritos. Bien está que todos los hombres coman, pero que todos los hombres sepan. Que gocen todos los frutos del espíritu humano porque lo contrario es convertirlos en máquinas al servicio de Estado, es convertirlos en esclavos de una terrible organización social.


Yo tengo mucha más lástima de un hombre que quiere saber y no puede, que de un hambriento. Porque un hambriento puede calmar su hambre fácilmente con un pedazo de pan o con unas frutas, pero un hombre que tiene ansia de saber y no tiene medios, sufre una terrible agonía porque son libros, libros, muchos libros los que necesita y ¿dónde están esos libros? 


¡Libros! ¡Libros! Hace aquí una palabra mágica que equivale a decir: ‘amor, amor’, y que debían los pueblos pedir como piden pan o como anhelan la lluvia para sus sementeras. Cuando el insigne escritor ruso Fedor Dostoyevsky, padre de la revolución rusa mucho más que Lenin, estaba prisionero en la Siberia, alejado del mundo, entre cuatro paredes y cercado por desoladas llanuras de nieve infinita; y pedía socorro en carta a su lejana familia, sólo decía: ‘¡Enviadme libros, libros, muchos libros para que mi alma no muera!’. Tenía frío y no pedía fuego, tenía terrible sed y no pedía agua: pedía libros, es decir, horizontes, es decir, escaleras para subir la cumbre del espíritu y del corazón. Porque la agonía física, biológica, natural, de un cuerpo por hambre, sed o frío, dura poco, muy poco, pero la agonía del alma insatisfecha dura toda la vida. 


Ya ha dicho el gran Menéndez Pidal, uno de los sabios más verdaderos de Europa, que el lema de la República debe ser: ‘Cultura’. Cultura porque sólo a través de ella se pueden resolver los problemas en que hoy se debate el pueblo lleno de fe, pero falto de luz."


Como bien señala Miguel, a punto de cumplirse 80 años de aquel discurso, cualquier semejanza con la actualidad no es pura coincidencia.

Os recomiendo, aprovechando este mensaje, que entréis en http://www.los-poetas.com/a/lorca.htm y disfrutéis de sus poemas y romances.

Ondo pasa Aste Nagusian! :)

9 ago 2011

El Mundo - Eduardo Galeano

Hace un tiempo ya, Rosi Garrido nos envió una biblioteca de enlaces a poemas y cuentos, todos ellos del http://www.rincondelpoeta.com.ar/ donde podéis leer poemas y narraciones acompañados de música seleccionada para cada página.

En su mensaje incluía a Eduardo Galeano, un escritor uruguayo de gran sensibilidad y luchador en favor de las personas desfavorecidas y de la recuperación social y política de América Latina, un escritor imprescindible en todas sus facetas.

Quisiera recordar este cuentito que seguro que os gusta:


EL MUNDO

Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó.

Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

-El mundo es eso -reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas. Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca, se enciende.

Más enlaces a cuentos de Eduardo Galeano (merece la pena pararse en todos):

Eskerrik asko, Rosi!

16 jul 2011

¡Enhorabuena! Desafío completo

Después de un mes de silencio por mi parte, vuelvo para clausurar oficialmente el curso con la calma que se merece.

A lo largo de este curso, habéis trabajado a diferentes niveles, algunas personas han encontrado en esta asignatura un espacio de creación en el que han disfrutado de lo lindo. Otras personas no se han sentido tan atraídas por las propuestas pero han ido trabajando con constancia e impulsadas por la fuerza de los compañeros y compañeras de clase.

Ojalá haya logrado despertar, animar vuestro interés por los diferentes aspectos de la literatura: la parte histórica, la personalidad de algunos autores y autoras, el mundo de la poesía, los diferentes niveles de creación literaria, la imaginación creativa, la tertulia crítica... Nuestras clases no habrían sido posibles sin vuestras preguntas (muchas veces difíciles y por tanto muy atractivas para la profesora), el trabajo en grupos, la iniciativa y, sin duda, la gran imaginación que habéis desplegado a la hora de decidir los artículos que habéis creado.

Me gustaría subrayar la colaboración de Mariano Ramos Mejía, quien nos ha animado a escribir haikus y otros microjuegos creativos y nos ha dado voz en el espacio ClubSeis. Si os han gustado estos juegos, os animo a participar en el blog ClubSeis con vuestros comentarios y también enviando vuestras historias. Allá tendréis nuevas formas de desarrollar vuestra creatividad y seguir aprendiendo.

También quiero agradecer la ayuda de José Gregorio del Sol, compañero de la Escuela Universitaria de Magisterio de Donostia y colega en diversos líos. Nos dio una charla sobre libros electrónicos y también sobre bookcrossing que nos animó a compartir nuestros libros cada semana a partir de su charla y a proponer un espacio físico a la Dirección de Aulas de Experiencia de Gipuzkoa. Todavía tengo pendiente un artículo en este blog que preparó para vosotros/as y que la locura de trabajo de estos últimos meses me ha impedido publicar.

Aprovecho la mención a la Dirección de Aulas de Experiencia de Gipuzkoa para agradecer a Marta Sarasa y a Lander Sarasola, que han acogido nuestras iniciativas con agrado y nos han ayudado a llevar a cabo nuestras propuestas. Incluso liamos a Lander para una entrevista, a la que se prestó encantado. Eskerrik asko bioi!

Como resultado de nuestro Desafío 2011, estos son los contenidos de los tres números de la revista:
Desde principio de curso, hemos publicado un total de 53 artículos en 4 meses. A día de hoy y contando con las visitas desde febrero de 2010 a julio de 2011, hemos recibido casi 22.000 visitas de diversas partes del mundo. Los comentarios son bienvenidos por los autores y autoras que tanto han trabajado en estas secciones.

El broche de oro del curso ha sido la presencia de Rosi Garrido, Arantza Bereziartua y Carmen Urretabizkaia en las I Jornadas estatales de Aprendizaje Basado en Proyectos y Metodologías Activas de Donostia, celebradas los días 11 y 12 de julio. Aquí podemos ver a estas estudiantes en acción:


Es hora de cerrar el curso pero no el blog. Aún nos quedan artículos que habéis enviado para publicar y queda en vuestras manos continuar conversando y profundizando en la creación literaria y en autores, obras, historia y lo que creáis oportuno, con la única condición de tener alguna relación con la Literatura. Espero seguir leyendo los comentarios de los libros que leáis y vuestras sugerencias de lectura.

Enhorabuena por ser tan buenos/as estudiantes, por dejaros liar para hacer algo como este blog y por vuestra colaboración en todo el proceso. Que tengáis un feliz verano.


Miguel Hernández Gilabert

Autora: Arantza Garbizu. Grupo Los Barbis.

Retrato realizado por su compañero de cárcel, el dramaturgo Buero Vallejo.


Miguel Hernández Gilabert nació en Orihuela el 30 de octubre de 1910. A los cuatros años del nacimiento de Miguel, su padre decide trasladar el hogar familiar a una casa más amplia, situada en la calle de Arriba (actualmente Casa Museo). La infancia del poeta transcurre entre los juegos y el trabajo. Desde los siete años ayuda a su hermano Vicente en las tareas del pastoreo, aprendiendo de él este oficio. Asiste a una guardería privada, situada en su misma calle.


Su padre consigue que le admitan en las Escuelas del Ave María, anexas al Colegio Santo Domingo. A la edad de nueve años se inicia el aprendizaje escolar de Miguel.

En el curso de 1924-1925 se incorpora a las clases, donde también estudiaba Ramón Sijé, el que más tarde sería su gran amigo. Pronto destaca el interés de Miguel por la lectura y los estudios, consiguiendo excelentes calificaciones. En marzo de 1925 tiene que abandonar sus estudios en el Colegio Santo Domingo ante la crisis económica que atraviesa su familia.

Su padre le necesita para atender el ganado pero, pese a todo, él aprovecha sus horas de pastoreo en la sierra para seguir estudiando. Miguel se convierte en un asiduo visitante de la biblioteca de Luis Almarcha, sacerdote y canónigo de la catedral oriolana. Pero sabe embellecer esta vida monótona con la lectura de numerosos libros de Gabriel y Galán, Miró, Zorrilla, Rubén Darío, que caen en sus manos y depositan en su espíritu ávido el germen de la poesía.

A veces se pone escribir sencillos versos a la sombra de un árbol realizando sus primeros experimentos poéticos. Al atardecer merodea por el vecindario conociendo a Ramón y Gabriel Sijé y a los hermanos Fenoll, cuya panadería se convierte en tertulia del pequeño grupo de aficionados a las letras. Ramón Sijé, joven estudiante de derecho en la universidad de Murcia, le orienta en sus lecturas, le guía hacia los clásicos y la poesía religiosa, le corrige y le alienta a proseguir su actividad creadora.

El mundo de sus lecturas se amplía. El joven pastor va llevando a cabo un maravilloso esfuerzo de autoeducación con libros que consigue en la biblioteca del Círculo de Bellas Artes. Don Luis Almarcha, canónigo entonces de la catedral, le orienta en sus lecturas y le presta también libros. Poco a poco irá leyendo a los grandes autores del Siglo de Oro: Cervantes, Lope, Calderón, Góngora y Garcilaso, junto con algunos autores modernos como Juan Ramón y Antonio Machado.

Miguel Hernández empieza a escribir poesías, aproximadamente, hacia 1925 (15 años). Su principal fuente de inspiración es el entorno en el que vive: la huerta, su patio, la montaña, las cabras, el pastoreo, el río, etc. y aprovecha cualquier ocasión para escribir. Incluso tiene que esconderse de su padre, a quien le molesta esa afición poética de su hijo.

Algunos diarios de la provincia comenzaron a publicar sus primeros poemas. El primero que aparece publicado es el titulado "Pastoril", en el periódico local 'El Pueblo de Orihuela'. Tras esta aparición pública del joven poeta se irán prodigando sus colaboraciones en la prensa local y, posteriormente, en la provincial.

Así, sus poemas van apareciendo en 'Voluntad', 'Actualidad', 'El Día', 'Destellos', 'La Verdad', etc. Se trata, en estos primeros ensayos creativos, de una poesía mimética en la que el joven Miguel va buscando su propia identidad a través de todas las lecturas que está realizando en esos momentos.
La mayor parte de estos poemas adolescentes están compuestos en arte menor combinando romancillos, octosílabos, heptasílabos, etc., con bastante destreza.

Se forma el llamado "Grupo de Orihuela", como fruto de la amistad entre Carlos Fenoll, Miguel Hernández y Ramón Sijé. Sus inquietudes literarias les animan a reunirse periódicamente en la tahona propiedad del padre de Carlos Fenoll. Cada uno compagina su trabajo o sus estudios con estas aficiones literarias, por lo que tienen que celebrar las reuniones al acabar la jornada.

En 1931 realiza su primer viaje a Madrid y, al no encontrar el apoyo que esperaba, regresa a Orihuela. Participando en un homenaje a Gabriel Miró. En 1933 se edita su primer libro, 'Perito en lunas'. En 1934 realiza su segundo viaje a Madrid. Este viaje supone un cierto triunfo para él. Se publica en la revista 'Cruz y Raya' su auto sacramental 'Quién te ha visto y quién te ve y sombra de lo que eras'. Comienza a relacionarse con grandes poetas como Alberti, Rosales, Aleixandre y Neruda. Regresa a Orihuela en verano.

En noviembre de 1934, después de comenzar el drama titulado 'El torero más valiente, vuelve a Madrid'. En esta ocasión conocerá mejor el ambiente literario. En 1935 colabora en las Misiones Pedagógicas. Comienza su trabajo en la enciclopedia 'Los Toros', con José María de Cossío. Miguel participa, en Cartagena, en un acto-homenaje a Lope de Vega. Escribe el drama 'Los hijos de la piedra'. Su amigo Ramón Sijé fallece en diciembre de 1935.

En 1936 publica su "Elegía" dedicada a Ramón Sijé. Se edita su libro de poemas 'El rayo que no cesa'. Termina su obra teatral 'El labrador de más aire'. Se incorpora al Ejército Popular de la República. Es nombrado Comisario de Cultura.

GUERRA CIVIL Y MUERTE
En febrero de 1937 es destinado en Andalucía al "Altavoz del Frente". En marzo se casa con Josefina Manresa. Participa en el II Congreso Internacional de Intelectuales en Defensa de la Cultura, celebrado en Valencia. Realiza un viaje a la URSS, formando parte de una delegación española enviada por el Ministerio de Instrucción Pública, para asistir al V Festival de Teatro Soviético. Se publican 'Viento del Pueblo', 'Teatro en la guerra' y 'El labrador de más aire'. En diciembre nace su primer hijo, Manuel Ramón. En otoño de 1938 muere su hijo y ello provoca una serie de poemas que anuncia en su libro 'Cancionero y romancero de ausencias'. Escribe el drama 'Pastor de la muerte'. Actúa como soldado, y como poeta, en diversos frentes.

En 1939 nace su segundo hijo, Manuel Miguel. En abril el general Franco declara concluida la guerra. Miguel intenta escaparse a Portugal, pero se lo impide la policía portuguesa y es entregado a la Guardia Civil fronteriza. Tras su paso por Huelva y Sevilla, en la prisión de Torrijos en Madrid, donde compone las famosas "Nanas de la cebolla". Puesto, inesperadamente, en libertad, es detenido de nuevo en Orihuela. En 1940 se le traslada a la prisión de la plaza de Conde de Toreno en Madrid. Es condenado a la pena de muerte.

Más tarde la condena es conmutada por la de 30 años de prisión. En septiembre, es trasladado a la prisión de Palencia y en noviembre, al penal de Ocaña. En 1941 es trasladado al Reformatorio de Adultos de Alicante. Se manifiesta una grave afección pulmonar que se complica con tuberculosis.

En 1942 muere en la enfermería de la prisión alicantina y es enterrado en el cementerio de Nuestra Señora del Remedio de Alicante. Contaba, a su muerte, con 31 años de edad.



CANCIONERO Y ROMANCERO DE AUSENCIAS
(1938-1941)
No salieron jamás
del vergel del abrazo.
Y ante el rojo rosal
de los besos rodaron.

Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes
y los rígidos rayos.

Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron,
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios,
cada vez más profundos
en sus cuerpos, en sus brazos.
Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y lunas,
de noviembres y marzos,
aventados se vieron
como polvo liviano:
aventados se vieron,
pero siempre abrazados.

CANCIÓN DEL ESPOSO SOLDADO
He poblado tu vientre de amor y sementera,
he prolongado el eco de sangre a que respondo
y espero sobre el surco como el arado espera:
he llegado hasta el fondo.

Morena de altas torres, alta luz y ojos altos,
esposa de mi piel, gran trago de mi vida,
tus pechos locos crecen hasta mí dando saltos
de cierva concebida.

Ya me parece que eres un cristal delicado,
temo que te me rompas al más leve tropiezo,
y a reforzar tus venas con mi piel de soldado
fuera como el cerezo.

Espejo de mi carne, sustento de mis alas,
te doy vida en la muerte que me dan y no tomo.
Mujer, mujer, te quiero cercado por las balas,
ansiado por el plomo.

Sobre los ataúdes feroces en acecho,
sobre los mismos muertos sin remedio y sin fosa
te quiero, y te quisiera besar con todo el pecho
hasta en el polvo, esposa.

Cuando junto a los campos de combate te piensa
mi frente que no enfría ni aplaca tu figura,
te acercas hacia mí como una boca inmensa
de hambrienta dentadura.

Escríbeme a la lucha, siénteme en la trinchera:
aquí con el fusil tu nombre evoco y fijo,
y defiendo tu vientre de pobre que me espera,
y defiendo tu hijo.

Nacerá nuestro hijo con el puño cerrado,
envuelto en un clamor de victoria y guitarras,
y dejaré a tu puerta mi vida de soldado
sin colmillos ni garras.

Es preciso matar para seguir viviendo.
Un día iré a la sombra de tu pelo lejano.
Y dormiré en la sábana de almidón y de estruendo
cosida por tu mano.

Tus piernas implacables al parto van derechas,
y tu implacable boca de labios indomables,
y ante mi soledad de explosiones y brechas
recorres un camino de besos implacables.

Para el hijo será la paz que estoy forjando.
Y al fin en un océano de irremediables huesos,
tu corazón y el mío naufragarán, quedando
una mujer y un hombre gastados por los besos.
De "Viento del pueblo" 1936-1937


Fuentes:
http://www.miguelhernandezvirtual.com

Imágenes:
http://cosasquenuncapudedecirte.blogspot.com/
http://www.zzona.com/blogeva/2010/10/30/centenario-del-nacimiento-de-miguel-hernandez/

19 jun 2011

Lo efímero de la música.

Ocurre que la música existe y "palpita" mientras alguien la interpreta. Y sólo "vive" por tanto mientras están presentes en el espacio esas depresiones y sobrepresiones ordenadas en el aire que nos envuelve, y que de ese modo conforman el sonido. La música sólo ocurre mientras esta "siendo", y en vivo sonará diferente en cada momento y en cada lugar, en cada orquesta y en cada director. No hay dos conciertos iguales, y algunos de ellos que recordamos como "especiales", serán en grandeza y belleza ya "irrepetibles". Así al menos me lo parece.

16 jun 2011

Adolescencia


Hoy he vuelto a subir al cementerio,
y mirando de lejos tu panteón
he marchado silencioso, con miedo,
para ver si aún duraba aquel te quiero
que escribí en tu losa el año anterior.

Estaba tu tumba solitaria,
llena de zarzas, sin una flor;
para ellos eres cosa olvidada,
ya no recuerdan las tardes pasadas,
pero no sufras, te recuerdo yo.

He arrancado del camino una rosa
y te la he puesto en el corazón,
y me has sonreído desde tu fosa,
y te he visto pálida y hermosa,
juntos hemos rezado una oración.

Caminando hacia la puerta enrejada
me he vuelto para decirte adiós,
y he visto tu tumba abandonada,
y a ti allí adentro, allí encerrada,
y he sentido en mi carne dolor.

Cuando en las noches frías de invierno
oigas pasos en derredor,
y sientas un cálido aliento
que te envuelve y embriaga en silencio,
no temas, no, que seré yo.

4 jun 2011

Becquer y el País Vasco

Autora: Arantza Bereciartua - Grupo Hirutahiru

De sus Obras Completas (6ª edición), Madrid, Aguilar, 1949, pp. 1013-1014, apartado “Casus ablativus: en, con, por, sin, de, sobre la inauguración de la línea completa del ferrocarril del norte de España”.

Gustavo Adolfo Bécquer realiza el viaje inaugural del ferrocarril del norte, que uniría Madrid con Paris.

En agosto de 1864 cubrió en tren este viaje como comentarista del diario “El Contemporáneo”, y el artículo que se publicó refiere algunas descripciones del paisaje del Guipúzcoa por donde atravesó el ferrocarril, y que llamaron su atención.

Escribe Bécquer:

De Olazagoitia a Beasain.- Cojase una caja de juguetes alemanes o suizos, de esas que venden en casa de Sckrok, y que son el sueño de oro de los muchachos; una de esas cajas que dejan ver, al levantar su blanca cobertura, todo un mundo de animalitos, casas, árboles, peñas y figuras de aldeanas, con sus trajes azules, amarillos y rojos, mezclado y confundido en caprichosa evolución sobre una capa de musgo verde. Colóquese primero el campanario en el valle, los chalets con sus barandas de madera y sus pisos volados, en el ribazo del monte; muchos árboles por acá y por allá, y las cortaduras; en un termino unas vaquitas; en otro, un puentecito y verdura, un mar de verdura que contenga todos estos objetos, se coloca arriba; y el pueblecito, que estaba arriba, abajo; los árboles que se veían allá, aquí. Y así se sigue trastornándolo todo y combinando, de mil modos distintos, la misma torre con los mismos caseríos, sobre las mismas hondonadas y las mismas eminencias, siempre sobre el idéntico fondo de verdura, como se combinan los objetos y colores en un calidoscopio, y se tendrá una idea muy aproximada de los que son las Provincias vistas al paso desde las ventanas del coche…
Desde que se abandona Olazagoitia hasta llegar a Beasain, se vive como Proserpina, según la relación de las fabulas mitológicas: la mitad del tiempo, sumido en las sombras de las entrañas de la tierra, la otra mitad, gozando de la luz del sol en la superficie. Atravesamos una verdadera cordillera de montañas. Se sale de un túnel para entrar en otro. Yo he contado en este trayecto hasta veintitantos, y después he perdido la cuenta. Donde no se ha horadado la roca para atravesar una altura, se ha levantado un puente para salvar un precipicio. Por un lado y otro del coche se ven las antiguas sendas que suben y bajan serpenteando lenta y trabajosamente alrededor de los montes y los valles, siguiendo sus vueltas, sus ondulaciones y sus caprichos, para enlazar unos con otros los pueblos, mientras el tren corre con una carrera frenética a lo largo de la vía, derecho su camino, salvando los obstáculos, desafiando las contrariedades, rompiendo las vallas que puso la Naturaleza a la osadía de los hombres….”

Fuente: LO “VIZCAINO” EN LA LITERATURA CASTELLANA.-
Por P. Anselmo de Legarda
Biblioteca Vascongada de los Amigos del País. San Sebastián 1953

Fuente: Articulo del periódico “Diario Vasco” de San Sebastián, del 17 de febrero de 2007, en la sección
, el articulista Mikel G. Gurpegui, recoge anécdotas de Gustavo Adolfo Bécquer, en ese mismo viaje inaugural del ferrocarril.

Y dice:

"Heme aquí en San Sebastián, traído y llevado por las oleadas de la multitud, sin saber de que forma valerme para proseguir apuntando mis impresiones. ¡Son tantas las cosas que a la vez reclaman mi atención¡ ¡Tantos los objetos que a un tiempo hieren mis ojos!

Aquí un altar, con un sacerdote revestido de las capas pluviales, sus cantos religiosos y sus incensarios que despiden columnas de humo perfumado y azul.

Allá un dosel de oro y terciopelo, grandes uniformes, bandas rojas y azules, placas de brillantes, todos los esplendores de la monarquía y la Marcha real que llena el viento de sus acordes majestuosos.

En medio, la locomotora empavesada que bufa contenida como un corcel fogoso sujeto por el jinete.
Luego, una multitud inmensa de colores abigarrados que acude por todas partes y se apiña en torno al lugar de la ceremonia.

Al fondo, el puerto con su bosque de mástiles empavesados con banderas de todas las naciones; el castillo, que saludó a las majestades del cielo y de la tierra con sus formidables bocas de bronce; la ciudad, que se extiende al pie de la montaña; las campanas, que voltean ruidosas y alegres, y, por ultimo, el mar inmenso…

Estoy completamente mareado.

Después del banquete ha habido regatas; después de las regatas, la visita de su majestad a la iglesia de Santa Maria, y vivas y música, y cohetes voladores; en seguida ha partido el tren real, y a la media hora el de los convidados que continúan hasta Paris.

No se a cuantas personas notables he visto (…).

Y no han parado aquí, sino que acto continuo ha comenzado la iluminación y los fuegos de artificio, y el baile, que se ha prolongado hasta las tantas de la noche”.


Dos crónicas que ponen en relación al escritor Bécquer, famoso por sus poesías y rimas, pero desconocido como prosista, con la ciudad de San Sebastián del siglo XIX y con la descripción que hace del paisaje que atraviesa el ferrocarril al internarse por la escarpada orografía del macizo de Aitzkorri.


Recopilación de Arantza Bereciartua

2 jun 2011

Concha Espina (1869-1955)

Imagen de ojosdepapel.com
María de la Concepción Jesusa Basilisa Espina, más conocida como Concha Espina (Santander, Cantabria, 14 de mayo de 1869 - Madrid, 19 de mayo de 1955), fue una de las pocas escritoras que pueden considerarse de la Generación del 98.



Como otras mujeres de su época, tuvo grandes dificultades para ser reconocida y su obra, muy premiada, no suele mencionarse habitualmente en los libros de literatura. Fue candidata a Premio Nobel de Literatura en 1926, 1927 y 1928 pero finalmente no lo logró.

Imagen de elpais.com
Se considera una de las mentes más preclaras de la literatura española de principios del siglo XX. Celebraba salones literarios en Madrid, a los que acudían grandes intelectuales y escritores de la época. En 1938 es nombrada miembro de honor de la Academia de Artes y Letras de Nueva York. En 1928 casi fue candidata a la Real Academia de la Lengua y se reintenta su admisión en 1941, otra vez sin éxito alguno. En 1950 recibe la Medalla del Trabajo. Fallece el 19 de mayo de 1955.



De sus obras, cabe destacar Mujeres del Quijote (1903), La Esfinge Maragata (1914) y Tierras de Aquilón (1924), premiadas por la Real Academia de la Lengua, y Altar Mayor, Premio Nacional de Literatura en 1927.



Para saber más de esta gran escritora:
http://es.wikipedia.org/wiki/Concha_Espina
http://escritoras.com/escritoras/escritora.php?i=95
http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1687