(versión de Inés Echevarria de esta actividad)
Primero y muy importante alargar la sobremesa lo más que se pueda y esperar que todo el mundo se haya marchado. Ah... en esta cocina no se cuenta con lavavajillas, o sea, que el fregado incluye menaje y cocina.
A continuación, mirar atentamente hasta ser consciente de que es totalmente necesario hacer algo para cambiar esto tan desagradable que tienes delante, desagradable, feo y antihigiénico. Respira, respira hondo. Parece que sube por tu cuerpo una especie de impulso (si no sube, imagínatelo) que provoca en tu cuerpo una fuerte necesidad de actividad. Aprovéchalo, ponte los guantes y comienza a fregar los vasos, cubiertos, platos, cazuelas, sartenez. A continuación, descansito y pitillo.
¿¿Habías puesto música?? Pues ponla y mejor que tenga ritmo porque ahora hay que mover el "body", queda fregar la cocina. Esto es otra fase, cambio de productos de limpieza. Empezamos por fregar todo aquello que está a la altura de los brazos, encimera, vitro, etc.etc., lo último siempre el suelo, pasar primero la escoba y después la fregona. Ahora si quieres hasta te puedes fumar un puro.
Aprovecho este juego para hacer visible esta actividad invisible, precisamente el Día de la Mujer Trabajadora. Porque hay mujeres que no han tenido ni tienen elección.
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