17 mar 2010

CORRIDAS DE TOROS.-Larra

Fragmentos de CORRIDAS DE TOROS.- Mariano José de Larra

“Pero si bien los toros han perdido su primitiva nobleza; si bien antes eran una prueba del valor español, y ahora sólo lo son de la barbarie y ferocidad, también han enriquecido considerablemente estas fiestas una porción de medios que se han añadido para hacer sufrir más al animal y a los espectadores racionales: el uso de perros, que no tienen más crimen para morir que el ser más débiles que el toro y que su bárbaro dueño; el de los caballos, que no tienen más culpa que el ser fieles hasta expirar, guardando al jinete aunque lleven las entrañas entre las herraduras; el uso de banderillas sencillas y de fuego, y aun la saludable costumbre de arrojar el bien intencionado pueblo a la arena los desechos de sus meriendas, acaban de hacer de los toros la diversión más inocente y más amena que puede haber tenido jamás pueblo alguno civilizado”.
“Así es que amanece el lunes, y parece que los habitantes de Madrid no han vivido los siete días de la semana sino para el día en que deben precipitarse tumultuosamente en coches, caballos, calesas y calesines, fuera de las puertas, y en que creen que todo el tiempo es corto para llegar al circo, adonde van a ver a un animal tan bueno como hostigado, que lidia con dos docenas de fieras disfrazadas de hombres, unas a pie y otras a caballo, que se van a disputar el honor de ver volar sus tripas por el viento a la faz de un pueblo que tan bien sabe apreciar este heroísmo mercenario. Allí parece que todos acuden orgullosos de manifestar que no tienen entrañas, y que su recreo es pasear sus ojos en sangre, y ríen y aplauden al ver los destrozos de la corrida”.
“Hasta la sencilla virgen, que se asusta si ve la sangre que hizo brotar ayer la aguja de su dedo delicado; que se desmaya si oye las estrepitosas voces de una pendencia; que empalidece al ver correr a un insignificante ratón, tan tímido como ella, o al mirar una inocente araña, que en su tela laboriosa de nada se acuerda menos que de hacerla daño; la tierna casada, que en todo ve sensibilidad, se esmeran en buscar los medios de asistir al circo, donde no sólo no se alteran ni de oír aquel lenguaje tan ofensivo, que debieran ignorar eternamente, y que escuchan con tan poco rubor como los hombres que le emplean, ni se desmayan al ver vaciarse las tripas de un cuadrúpedo noble, que se las pisa y desgarra, sino que salen disgustadas si diez o doce caballos no han hecho patente a sus ojos la maravillosa estructura interior del animal, y si algún temerario no ha vengado con su sangre, derramada por la arena, la razón y la humanidad ofendidas”.

OPINIÓN
Uno de los artículos costumbristas en los que Larra satiriza la forma de vida española. Se caracteriza por reflejar la observación de los hábitos, costumbres e intereses de la sociedad española de su tiempo. Todo lo que dice Larra parece extraído de cualquier artículo actual, aunque se escribió hace 182 años. Con absoluta claridad explica lo que ve sin más miramientos.Larra se funda en los eventos corrientes del pueblo e intenta encontrar un origen de valor estable en el orden natural exterior y una simple correspondencia entre mente y mundo exterior, apoyándose en el individualismo y el idealismo.
Se aprecian la necesidad de educación, de pensamiento y de libre expresión, así como de la limpieza, del confort y de la gentileza, que son expresiones universales de la razón y la humanidad, y que son valores que reflejan el siglo XVIII, compendiados todos ellos en el criterio de juicio.
Su objetivo, corregir abusos, pues es consciente de que el país necesita modificar sus costumbres y actitudes sociales y cree que el escritor debe comprometerse a exponer la verdad, con una lúcida percepción de la realidad, y responsabilizarse de esa sociedad cuya conciencia de sí misma contribuye a formar. Así se dispone a educar y a ser la conciencia del pueblo, al mismo tiempo que con su sátira busca hacer reír al lector. Acentúa lo que quiere comunicar para asegurarse de su público le entienda.

3 comentarios:

  1. El contexto que relata Larra sobre los toros no se parece nada a los espectaculos que se celebran en nuestro tiempo,hoy en las plazas de Francia se pueden ver espectaculos taurinos con un reglamento que se respeta en todo el conjunto de la fiesta,al toro (aunque finalmente se sacrifica)se le aplican las picas reglamentarias y las banderillas con arpones mucho más pequeños,el toro de lidia és posiblemente el animal mejor cuidado en los campos de ganaderia y por conocimiento y educación los espectadores de las plazas más importantes de España (no más de 6)ven los espectaculos de una forma más respetuosa,es más depende del tendido en que te encuentres situado todo se ve de una forma muy diferente.
    Rodolfo.

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  2. Me da igual que le cuiden bien, al final muere ASESINADO con una muerte lenta y dolorosa.

    Puedes ponerle MUSICA de BEETHOVEN y MOZART a los toros mientras una espada atraviesa sus pulmones o les puedes poner musica de CHOPIN a unos cerdos degollados en un matadero. Es el mismo crimen, la muerte de un animal inocente.

    Como decia el anti-taurino Larra:
    "“"Herido está de muerte, el pueblo que con sangre se divierte"

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  3. Espectáculo bárbaro y sanguinario aunque esté reglamentado.

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