Artículo enviado por Estelita Guerrero
En el centenario de Miguel Hernández
El estallido de la Guerra Civil en julio de 1936 le obliga a tomar una decisión: Miguel Hernández se incorpora como voluntario al 5º Regimiento, después de un viaje a Orihuela a despedirse de los suyos. Se le envía a hacer fortificaciones en Cubas, cerca de Madrid.
Emilio Prados logra que se le traslade a la 1ª Compañía del Cuartel General de Caballería como Comisario de Cultura del Batallón de El Campesino. Va pasando por diversos frentes: Boadilla del Monte, Pozuelo, Alcalá. En plena guerra logra escapar brevemente a Orihuela para casarse el 9 de marzo de 1937 con Josefina Manresa. A los pocos días tiene que marchar al frente de Jaén.
Es una vida agitadísima de continuos viajes y actividad literaria. Todo esto y la tensión de la guerra le ocasionan una anemia cerebral aguda que le obliga por prescripción médica a retirarse a Cox para reponerse.
Varias obritas de Teatro en la guerra y dos libros de poemas que han quedado como testimonio vigoroso de este momento bélico: Viento del pueblo (1937) y El hombre acecha (1939)
Queridos amigos:
En estos días abrileños donde se vuelve a hablar de fosas, cunetas, Falange... en el Centenario del nacimiento del poeta de Orihuela, he vuelto los ojos hacia "Vientos del pueblo" y la estupenda adaptación que hicieron Los Lobos en su álbum "Vientos de pueblo", 1972.
Montando este poema, entre fotograma y fotograma, me he dado cuenta por qué siempre me gustó la creación lírica de Miguel Hernández: porque nace del hígado y del corazón y sabe poetizar su compomiso con la vida. Por ello,es el propio Miguel Hernández el que se derrama a lo largo de sus versos tramutado en tierra, huerta, rayo, toro, amigo desgarrado por la muerte, aceitunero, soldado republicano, esposo-amante o niño yuntero.
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