Considerense tres casos de homicidio.
- Por amor.
- Por indiferencia.
- Por rabia
Por amor
- Tenga a su enamorado frente a vd, predispuesto con cara de cordero.
- Levante sus ojos, ligeramente entornados y llenos de luminosoas chispitas hacia los suyos.
- Mírele como osi fuese para vd, una revelación maravillosa y sobrenatural.
- Con cara inocente y de embeleso, exale un profundo suspiro del alma ante tal prodigio al mismo tiempo que exclama, ¡ Oh…….¡.
Por indiferencia
- Mire a su contrincante desde cierta distancia, como si no existiera.
- Deje caer sus párpados sin cerrarlos del todo, como si le pesasen una tonelada.
- Al mismo tiempo, gire la cabeza hacia un lado, con una suave inclinación.
- Tuerza la boca, en forma de arco y pronuncie indiferente un ¡Va…….¡
Por despecho o rabia
- Mantenga con su contrincante una distancia relativa, en la que siempre se percate que éste, mantiene su atención.
- Colocado adecuadamente el punto de mira, entrecierre los ojos, incluso sin tener en cuenta la formación de arrugas en su contorno.
- Mírele con tal fuerza, que sea consciente de los rayos, centellas y tempestades que lanza el brillo de su mirada.
- Mantenga la mirada con tal fuerza, que no sea una mirada equivoca, hasta que su contrincante quede fulminado por ella.
- Sus labios se contraerán formando una raya que no permitirá ningua concesión.
- Conseguido el objetivo, salga de la habitación con aire de ganadora de una medalla olímpica
Remi,muchas gracias por lo que cuentas de Bécquer y por recordarnos muchas de sus obras,se nota que has sido una estupenda educadora, como las maestras de antes con vocación.un saludo.Rodolfo
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