Esta mañana al despertarme y a la vista del tiempo primaveral reinante - que no se presenta todos los días-, he optado por aprovechar la circunstancia y darme un paseo por la orilla de la playa de la Concha donde todo es pura naturaleza: mar, isla, arena, monte, enclaves que se aprovechan de estas circunstancias para resaltar su encanto.
A diario y para saciar nuestras necesidades nos proveemos de distintos alimentos, herboristería, agua, sales, pimienta, pan etc., lo que me hacía llegar a la conclusión que eran elementos suficientes para, bien conjuntados, poder asistir a un fín de jornada feliz
El éxito de nuestro deambular individual, ha podido depender de los resultados obtenidos, bien de aprender a coexistir pacíficamente y administrando los bienes y riquezas logrados colectivamente, pero también existe otra vertiente por la que se enriquecen una minoría -los más poderosos- obteniendo los mayores beneficios por medio de las guerras y grandes conflictos, a cuenta de los vencidos.
Antes de conocer cuál va a ser el resultado final que el futuro me tiene reservado, voy a purificar mi condición humana en esta bahía que me contempla con toda la serenidad.
Iñaki Sagastume
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