15 ago 2021

"El policía que ríe", novela policíaca de Per Wahlöö y Maj Sjöwall

Esta novela, que me ha tenido enganchada y, tengo que decirlo, desvelada dando vueltas al tema, es un nuevo caso del inspector Martin Beck, aunque en realidad él no es el protagonista sino, como mucho, el coprotagonista de la historia. Desde el principio, por cómo se plantea el caso, ahí le he andado tratando de descubrir lo sucedido pero también, pendiente de cada hilo que han ido primero sacando y después tejiendo a lo largo de la novela.

Os recomiendo que no leáis de qué va, ni la contraportada ni nada, porque me pareció mucho más intrigante no saberlo hasta que fue presentándose en la trama. Por eso no os voy a poner aquí de qué va, sino solo un par de cosillas que me han gustado.

La autoría es de Per Wahlöö (Estocolmo, 1935) y Maj Sjöwall (Goteborg, 1926), que eran pareja y que entre 1965 y 1975, escribieron juntos diez novelas de misterio en las que crearon el personaje de Martin Beck, algunas de las cuales han sido llevadas al cine. Comunistas declarados y periodistas, pensaron que la ficción podía ayudar a presentar temas de los que no podía "hablarse" en Suecia. La novela negra ha sido un refugio del pensamiento comunista, anarquista y libertario, donde la crítica social y política ha podido expresarse de forma no panfletaria, para que cada quien se haga su propia construcción ideológica de los hechos.

Dice el escritor multipremiado Jonathan Franzen, quien escribe el prólogo, que con esta novela, puede decirse que sentaron las bases de la novela negra europea.  "El policía que ríe atraviesa la fealdad del mundo real para alcanzar finalmente la belleza autosuficiente del trabajo policial bien hecho. El libro se nutre de la tensión entre la visión antiutópica de los autores y el optimismo propio del género". Por cierto, os recomiendo que también os saltéis su prólogo, ya tendréis tiempo de leerlo cuando terminéis el libro, que seguro será rápido si os sumergís en la historia.

¿Qué hacer cuando la terminéis? Tenéis otras nueve novelas del inspector Beck, como las que tiene Javier en la estantería de casa, de donde voy tomando libros de esta biblioteca casera muy apetecible y diversa.

Lo que quería comentar de este libro es... bueno, esto creo que es deformación profesional docente... me gusta que van desarrollando el caso de una forma muy artesanal, donde cada persona del equipo de trabajo va trabajando en aspectos diferentes que van encontrando. No se trata de un superdetective megalisto que deja boquiabiertos al resto del equipo, como pasa muy a menudo (que sería un hiperliderazgo), sino que más bien cada cual va trabajando desde sus habilidades e incorporando los saberes de sus compañeros. Teniendo en cuenta la dificultad del caso que investigan, van trabajando todas las líneas, van descartando pero, al mismo tiempo, sin apartarlas completamente, sino revisándolas por si se les escapaba algo.

Me parece que trabajar de esa manera ayuda a incorporar las diversidades sin homogeneizar a la gente que participa, es decir, se trabaja desde el disenso, respetando la autonomía y tejiendo desde la interdependencia.

La escritura es una maravilla, sin florituras pero sin simplificar, manteniendo la tensión argumental con conversaciones que no caen en tópicos policíacos sino que plantea diferentes dilemas. La traducción es de Martin Lexell y Manuel Abella (2009), en un trabajo fluido y agradable.

 

FICHA TÉCNICA

Título original: Skrattande polisen

Título traducido al español: El policía que ríe

Primera edición original: 1968

Primera edición en español: 2009. RBA Libros S.A, Barcelona

Quinta edición (2010). 287 páginas.

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